lunes, 31 de agosto de 2020

Andaba acostado por ahí.

Como
una guitarra.
Me fui
replegando
cuando
vi
que
lee en vino
con
la maroma.

El señor
de la radio
me piropeaba
los borcegos
antes
de salir
a ver
los cables
luminosos
por las noches.

La casa
de los
Addams
en Meachico.
Toque
la puerta
al cuete,
nadie atiende
a esa hora.

Esa
era
la ropa,
la que usé
con los
anteojos
para
la motoneta.

Salieron
después
con
la gilada,
con las
oxidaciones
sin el agua
que aclare
en la mañana.

No me agarra el color, doctor.

Alarmado
por las
configuraciones
estoy
enfrente
con la
tía
Sabreeeeena
mirando
a los
egresados
cantando
por el drinking
drinking.

Ahí estuvo
Pepino

La vergüenza
de las medias
agujereadas
y las uñas
crecidas.

Después vino
el Bloom,
con los
hombros
de pollo
mojado.
Se puso
los calzones
de Superman.
Como
los ooooozzzos
usaaaaadooooos.
Quizás
ahora es
un patricio.
Se fue
con la mordidita
en la cámara
del crímen,
como
un conjuro.

Dedicado
cada uno
a lo suyo.

Ya no mires atrás de Luis Alberto Spinetta

PD: Preguntale a La llana que andaba en La Tomas Mann