viernes, 31 de mayo de 2019

Las aventuras del gordo peterete VII

Y el choto no se levantaba. Estuvo encerrado mirando la pantalla de la computadora en la habitación llena de olor a cigarrillo, que los techos se fueron oscureciendo y se tornó en una mezcla de ocre con el azul pavo real (#4378aa) que reinaba en la habitación. El choto se sentía en un depósito armado a su gusto. "Eso es porque ya no te preocupa nada del afuera", pensaba.
El choto extrañaba las historias del gordo. El flácido había armado un diario sobre un cantante que se recluyó en Islandia para dejar sus adicciones. El choto leyó una biografía no autorizada del lechón que contaba que el tipo lo escribió en siete episodios casi de un tirón desesperado. Había perdido un amigo en un accidente de tránsito y se refugió en la escritura. Pobre gordo. Y el chochán borró las poesías que estaban dedicadas a Vicky, una estudiante de Artes. Dicen que la chica se fue a vivir a un país escandinavo. Y el portador de flotadores se bajó un litro de aguardiente que la chica le trajo de un viaje. Se lo tomó todo de un saque para querer olvidarla, como queriendo exorcizarse de un demonio.
Otros textos dicen que el gordo padecía esquizofrenia y tenía alucinaciones con países nórdicos. Y que no se daba cuenta que las auroras boreales eran telarañas en su habitación. Otros dicen que también seguía estrellas fugaces y eran cables de postes de luz que habían en la ciudad y sentía que las señales de tránsito le decían mensajes. Casi lo atropellan al gordo.
El choto se prendió otro cigarrillo que le pintaba las uñas de nicotina.

Happiness by Goldfrapp

PD:"We're on a road to nowhere, come on inside..."

lunes, 27 de mayo de 2019

Las aventuras del gordo peterete VI

El choto se quedaba mirando las fotos de otros y se ilusionaba que le estaban hablando a él a través de un lenguajes de subtextos rusos. Se comió toda la pelorata a que había mensajes subliminales. Incluso defendió cosas en la mesa familiar porque los otros pensaban así.
El choto se quedó solo y paulatinamente se fue dando cuenta que sus ideas no coincidían con los otros. Se volvió incongruente. Había un discurso que se lo comió hasta no hace muy poco. Mientras se encerraba en el baño aspirando humo en soledad. Como el veneno del que hablaba San Agustín.
Cuando puede ve que la chota tiene la cara frente a un ventanal. Todavía. Y sale por la tele.
Sí, la chota. La mira por todos lados.

A merced de Gustavo Cerati

PD:"Ya no me necesitas, es lo mejor... Eras alguien a quien yo solía conocer".

viernes, 24 de mayo de 2019

Las aventuras del gordo peterete V

El choto fantaseaba con las apariciones de las publicaciones que él hacía por Internet. Los años de paranoia despertaban su atención. Alemania, Estados Unidos, Irlanda. A veces Ucrania, también Emiratos Árabes Unidos. Indonesia y Singapur,  esos países cercanos a Australia. Donde alguna vez pudo haber transmitido una radio que emitía las fantasías del gordo. Y mutaban los sistemas operativos, como los links a sitios porno con micro urls polacos, esquivando los virus. Su computadora se volvió un caldo de cultivos para un zoológico exclusivo de distintos zorros navegantes, como le pasan a los humos y a la nieve. Los tipos.
Desde esa panza flácida de cerveza ya no sabía y rumeaba sobre todos los rumores. Con la Coca-Cola liiiii y los cigarrillos. Y el tiempo lo cansó como se fue dando cuenta. Empezó a verse las arrugas prematuras de la relajación. Que era una mera ilusión y se repetían los patrones. Dejó todo en random. Tampoco habían conexiones para que se sostenga una ilación lógica para tener un voyeur detrás de sus globos oculares. Un liliputiense que busca otra  nueva conexión. Una conexión que saca a la otra. Como los clavos.
Lo atrasado y lo pospuesto lo dejó todo en una trinchera atiborrada de libros e instrumentos. Con los cuadernos incompletos llenos de humedad.
Salió a la calle en busca del silencio que en su cabeza ya no tiene lugar de pertenencia.

Hoy el choto ya ni se calienta ni se le hormiguean las manos. Aún cuando se le presenta otra nueva oportunidad para hacer un borrón y cuenta nueva.

"¡Ya no hay Portugal, ya no hay Portugal!" le avisó esa voz interior.

Pasajera en trance de Charly García Unplugged


PD: "El avión se va, recuerdos del futuro juntos..."

martes, 21 de mayo de 2019

Las aventuras del gordo peterete IV

Como un hombre divorciado
fui a ver una obra de teatro.
Como un hombre divorciado
se me secó el corazón frente a una escena romántica.
Como un hombre divorciado
me sorprendí que el que tenía al lado se angustiase por la acción
Como un hombre divorciado
bostecé sin preámbulos en la platea a oscuras.
Como un hombre divorciado 
aplaudí con fuerza, sincopado en primera fila.
Como un hombre divorciado
me fui a comer una tortilla española
Como un hombre divorciado
pedí café y rechacé un postre
Como un hombre divorciado
volví en un taxi
Con olor a hombre divorciado


Tomorrow Never Knows by The Beatles

PD: Y sin una mujer que esperase armada... llovió.


martes, 14 de mayo de 2019

Las aventuras del gordo peterete III

Se está muriendo gente importante para gente importante para mí y que les soy ajeno. De alguna manera. Me sorprendo que estén pasando por rachas de caídas de guerra como nunca. Un tangazo, diría la profesora.
Sé que en esas situaciones y cuando te interiorizás un poco sobre la historia de esas personas que estaban alrededor de los important guy ves que hay otra vida y no te vas a cagar de risa de su desgracia. Como sentí que hicieron otros por la espalda. Y la empatía es parte de su vocabulario. Y se esconden. Lo hago por un respeto que les tengo, aunque les suene tibio como comentario. "Yo respeto mucho las cosas que hace Diego". Más cuando el tibio es uno. Y no se vea porque está muy oscuro.
Cuando se te pase bilis negra, no voy a ser Corgan. Si pudiese un texto sacar una mueca inconexa.
En algún momento escribí sobre los chistes de velorios. Cuando uno empieza a tener conciencia de la finitud. Y de las cosas que sabés que no vas a hacer más. Sin que otros se enteren. Y que quizá estás en la cresta de la ola y al otro día todo se fue al diablo. Como una bipolaridad incorporada a lo cotidiano.
Y estoy escribiendo con el sabor de una galleta de arroz sin sal ni azúcares para el desayuno.
Tendré que seguir buceando mientras dure esta  pseudo-amnistía o mi amnesia paulatina.

(Marito abraza a su hermano)

Traces by Rafael Anton Irisarri

PD: "Un reemplazo de mí no podrá hermosearte más..."

viernes, 3 de mayo de 2019

Las aventuras del godo peterete II

Estaba
sentado
en el box
mirando
películas
de Suar
en la
computadora.
La señora
se reía
de reirse
de Bredice
cuando
el otro
del que
se conocía
y lo estaba
llorando.
El gordo
nunca
pensó
de
lo casual,
señor juez.