lunes, 27 de mayo de 2019

Las aventuras del gordo peterete VI

El choto se quedaba mirando las fotos de otros y se ilusionaba que le estaban hablando a él a través de un lenguajes de subtextos rusos. Se comió toda la pelorata a que había mensajes subliminales. Incluso defendió cosas en la mesa familiar porque los otros pensaban así.
El choto se quedó solo y paulatinamente se fue dando cuenta que sus ideas no coincidían con los otros. Se volvió incongruente. Había un discurso que se lo comió hasta no hace muy poco. Mientras se encerraba en el baño aspirando humo en soledad. Como el veneno del que hablaba San Agustín.
Cuando puede ve que la chota tiene la cara frente a un ventanal. Todavía. Y sale por la tele.
Sí, la chota. La mira por todos lados.

A merced de Gustavo Cerati

PD:"Ya no me necesitas, es lo mejor... Eras alguien a quien yo solía conocer".