jueves, 29 de junio de 2017

Volver a Goethe.

-Con tu sueldo no podés vivir solo. Me dijo mi hermano. Sin postre.
Me quedé tieso y busqué argumentos para hacerle saber que sin embargo me gustaba hacer lo que hago. Busqué cosas del marketing que no me gustan para sanar mi herida narcisista. Un tipo con familia y estudios completos me dejó en la calle. De una.
En mi cuarto puse canciones de Phil Collins. No me gusta por ser excesivamente popular para los jean genie media boys. Saben hacer canciones pegadizas fuera de la estructura progre. Y para los progres es muy básico.
Cosas que no puedo cambiar del diseño.

lunes, 19 de junio de 2017

El señor ajeno

Puto que lindo es verte así. Hacía mucho tiempo que no te veía. Cuando empezás a ver las diferencias. Sí, ese señor que te sostenía no lo hacía para la foto y lloraste.
En casa comentamos las fotos. Nos dimos cuenta lo que nos mueve todos los muebles con solo la imagen. Un estruendo. Ese señor que está ahí sin moverse es mi papá. Un tipo sin posar lo hacía así nomás. Era espontáneo. Un hombre en el mar te enseñaba a hacer la plancha. Sudores sobre el mar que nos protegía sin ver la medianoche. Abrazados en el recuerdo.
Estaba todo resuelto y era feliz. Eso.

martes, 13 de junio de 2017

How to disappear completely by Radiohead

Hace más o menos cinco años que estoy teniendo problemas creativos. En un momento de mi vida todo lo que escribía me parecía ajeno hasta que empecé a vivir situaciones parecidas o inducidas a esas historias. Elementos autorreferenciales.
Algunas me pasaron en tiempo real, otras por conexiones mentales, fonéticas o lingüísticas. La casualidad como otro factor. Sin la necesidad de hacer referencia al Cuaderno Rojo de Paul Auster. Una cosa trae la otra y por momentos se autopredice una situación que se puede vivir en el futuro menos presente. Se puede decir que tuve delirios, que son reafirmaciones lógicas de la realidad. Y cuando te quedás solo llegás a conclusiones erróneas.
Luché por estos años los momentos de ataques mentales sin tantas lecturas que hoy me estoy debiendo. No tengo la cantidad de horas de práctica que ahora podría dominar. No lo traduzco como una vagancia sino un dictado que recibía desde un hidden track. 
Alejarme de mis pasiones fue el error más grande que cometí. Me separé de lo que sentía que es peor. Lo que me movilizaba para escribir, tocar, actuar. Estudiar. De estar con alguien acompañado, un sentir. Una supervisión recargada de críticas te puede dejar cano frente a un lalá como melodía. Hoy reescucho y ya no lo siento como un antes. También viví otro encierro con otros condimentos etílicos como una cárcel en ese supuesto elíxir creativo que se cree que extraño. Una cosa no quita la otra. No todo tiempo pasado fue el mejor. Viví encerrado en cada función.
Las obligaciones y responsabilidades cambiaron. Lo que me toca hoy es distinto. Una dependencia que a esta altura de mi vida es incómoda y ridícula. También supe comprender que me quedé solo desde el antes del antes que se abriera la tierra y no hablo hacia ningún escenario porteño. Hablo desde otros apuntes que  se mantienen en continuidad en el tiempo.
Empecé a darme cuenta que todo lo que me imaginaba en la realidad era totalmente distinto. En algún momento pensé que habían mensajes en los carteles de la calle. Fui al origen de las cosas, recorrí los lugares que poblaron las elucubraciones de la fantasía. Todo lo contrario, se despegaban de la realidad con todas sus razones lógicas e irracionales. La pasión no se contabiliza como un debe o haber. Dejé de entender ciertas expresiones, ¡Vaya sorpresa con gran decepción, amigo!
Viví un síndrome de Estoesuncolmo interno y hoy quizá tenga miedo. A avanzar de nuevo por la huella y no puedo mirar desde el espejo retrovisor. Gritos y discusiones, como golpes por lo debajo.


viernes, 9 de junio de 2017

En una gota cabe el universo.

Hay canciones que ponen todo en orden. Posición, ritmo y lo que vendrá. Sin contar. A veces me pongo en un universo paralelo que la duda me superó. Hoy estoy acá escuchando la canción. Hay emociones encontradas.
Lo que viví mientras tocaban la melodía. Dejé una influencia para estar, y sin embargo, los acordes se repiten una y otra vez. Nunca supe que había un cambio de tiempo en la canción. Hacía las cosas sin que me diese cuenta que había un cambio del tipo que me dijo que haga que toco cuando la quise tocar. Sin cuantizar. A veces ponemos un metrónomo que no nos dicta como el Finale. Sin diálogos para atestiguar.
Los dedos hicieron cosas de movimientos automáticos, que aunque no nos gusten, nos llevaron ahí. Entendí porque Joselo lo pusieron a cantar con un por qué. Como un puente. Cuando dejaste todo por un detalle.
Depende como me veas si lo viví. Como un Melvin Udall. Un detalle que no esperaba. Un vestido de bajo presupuesto con flores para Troy Dyer. Todo decía que sí para la película. No salió, no salió. El romance pasa por otros detalles que no planificabas como para tu target.  Para hacerlo en público.
La necesidad pasa por otro lado. Como todos los manchones que hago en cada cuaderno que quiero empezar.
Dejé mi taza entre los árboles.

viernes, 2 de junio de 2017

Gorgeus


Se supone que
se resolvió.
Cuando te ves
desde
otra perspectiva.

Uno siempre tiene una historia de citas. Quién no las tuvo se pierde un sinfín de canales llenos de humedad. Busqué entre las mujeres de vida un encuentro. Tuve una nota fundamental que pobló mi creatividad. Tiene un nombre tan normal para resignificar. La histeria no se resolvió pero pese de pasar de frontera me acuerdo.
De una invitación y todo lo que cuidamos hasta la idiotez.
Por querer sin ser.

Lana Wachowski hizo mi historia sin llamarlo a Alex Gino.