sábado, 23 de diciembre de 2017

Something (Tribeca Mix)

Todo eso que
uno hace
para que
se escuche
en casa.

Good Lovin'

 by RPA & The United Nations Of Sound

PD: Cuando dejamos las ventanas...

martes, 19 de diciembre de 2017

Relato donde toda la gente muere

"Al principio, la gente solía detenerse brevemente en la calle, con un sentimiento ingenuo, mezcla de admiración y envidia, para observar las antenas que comenzaban a aparecer sobre los techos. Estaban formadas por unas simple varilla vertical cortada en el extremo por una horizontal más corta.
Quedaba bien, sustituyendo las antiguas veletas que marcaban el camino del viento, los gallos girando sobre los pivotes; incluso sustituyeron a los gatos o perros de terracota en las casas de los suburbios.  Al ver a los gatos o a los perros, los niños pequeños preguntaban : "¿Son de verdad?", y los tocaban con una suerte de repetida alegría.
Algunos vecinos admiraban sonrientes la aparición de las antenas en las casas cercanas, otros censuraban  el gasto, pero todo se prometían  la emulación  con una determinación feliz. Y era un día de callado regocijo en los adultos, de vocingloreo en los niños (que habían olvidado gatos y perros de terracota), cuando por fin  apareció un técnico, pedía una escalera y la antena quedaba colocada en el punto más alto, triunfalmente, como una marca de una montaña vencida.
Las antenas recogían algo del aire (así imaginaba la gente) y lo transmitían  hacia el interior de las casas. Pero, por supuesto, no recogían polvo ni gotas  de lluvia sino personas en un estado que podría llamarse de gracia o ideal. Sí, las antenas cosechaban personas del aire y las llevaban  bajo los techos, ubicándolas en sitios convenientes, no en el pasillo o en la puerta de calle sino en el comedor o en el dormitorio; irrumpían desde la pantalla de un brillante aparato y resultaba imposible rechazarlas, no prestarles atención. Siempre contaba historias intrigantes o divertidas, y cuando se dirigían directamente a quien los observaba, por lo general un señor anónimo, de poco fuste hasta el momento, requerían complicidad con la sonrisa en los labios.
De este modo, la gente dejó de estar sola dentro de las casas, donde había vivido peleándose, haciendo el amor, comiendo, sintiéndose molesta incluso cuando algún vecino venía a pedir un favor a la hora de la comida o del sueño y no se marchaba rápidamente. Pero con el aparato creció la tolerancia, no fue necesario importunar a su vez, salir, hablarse, darse cuenta, justo en el momento de la comprensión, de que los otros resultaban extraños. Así, antes un hombre arrojaba una piedra al azar, y la piedra caía siempre en el ojo de alguno, pero ahora podía arrojar todas las piedras que quisiese con absoluta tranquilidad: nadie recibiría el impacto, esto si se le hubiera ocurrido lanzar piedras en lugar de tener las manos mansamente plegadas sobre el regazo. La gente se reunía en las habitaciones y observaba; sentía a los suyos cercanos y el corazón conocía por fin  el sosiego  de saberse excluido de las desdichas del mundo, despojado incluso de las propias desdichas. El aparato aportaba a ese centro, a ese nudo cerrado de seres, la vida como debía ser, desalojaba la nostalgia. Inmóviles-salvo el ávido parpadeo sobre las pupilas, el temblor de los oídos recogiendo sonidos-, los niños jugaban a vigilantes y ladrones, las parejas al amor, los pobres a los ricos y los ricos al desencuentro.
Todos se sentían mucho más felices que antes, a excepción  de los que trabajaban  para que los otros recibieran imágenes e historias en sus casas; esos experimentaban una decepción palpable. No bastaba actuar, se hallaban demasiado conscientes  porque debían cambiarse de ropa, maquillarse, recordar la letra, los gestos. Solo esporádicamente podían sentarse a su turno y desdoblarse (no importaba si en los mismos que habían sido), sustituirse, olvidarse. En cierta forma se sentían estafados por ellos representaban a los magos y quedaban fuera de la magia. Sin embargo, contra toda lógica pero con entera certidumbre, esperaban un aparato autónomo donde ya no serían necesarios porque repetiría eternamente los episodios de todo lo que forma la vida después del nacimiento, es decir, el canto, la pena, la muerte del primer hijo y el nacimiento del primer hijo...; una vida increíblemente rica y completa, sin que contara para nada del mismo y penoso del tiempo exterior que conduce a la muerte. No,  el tiempo solo correría allí, dentro del aparato, libre de las cronologías como en la poesía más pura.
Largas y complicadas antenas dibujaron  redes de pescadores sobre los techos, tocándose, entremezclándose sin dejar filtrar el sol, apenas la lluvia. La gente concluyó por alegrarse de que afuera reinara también una penumbra descansada. Comprendía que llovía, por encima de las antenas, debido a cierta atmósfera húmeda que invadía los cuartos, por los resfríos más frecuentes que se curaban solos, como si ni siquiera la enfermedad pudiera hacer presa de nadie. Debajo de los asientos creció un poco de musgo, suave al tacto como un terciopelo, y luego cayo inadvertidas zonas opacas en la madera. Desapareció el musgo y no fue sustituido por nada porque incluso la lluvia dejó de caer. Todo tiene un sentido o aparenta tenerlo, ¿y para quién la lluvia o para quién? El hambre se transformó lentamente en una felicidad  o una pesadilla de otros tiempos. Los campos se reencontraron en un sabor áspero y salvaje que pertenecía, más que ningún otro, a la tierra.
Los hombres y las mujeres seguían inmóviles. El cuerpo no es más fuerte que el alma, el alma estaba sentada, absorta y el cuerpo no hacía más que acceder a todo, como siempre. Las mujeres comprendieron  que eran mejores  de lo que ellas  habían supuesto, porque dejaron de preocuparse por minucias, de comentar la vida de los otros e incluso alegrarse discretamente por las desgracias ajenas como solían hacer mientras se compadecían. Y los hombres,  de intereses más amplios y ambiciosos, renunciaron  a ellos apáticamente, concentrados  tan solo en la vida contada.

Los niños se movían  a veces mientras las madres los chistaban sin volver el rostro. Se agitaban al compás de la música:"¡Ooooh!, ¡oaaay! ¡aaaaoyh!", demasiado inquietos aún, con la energía de la infancia, provocando en el ánimo de los padres uno de los últimos sentimientos, el fastidio por ese movimiento  que los distraía. Algunos, los que tenían a los niños sentados a sus pies, se inclinaban, sin desviar el rostro del aparato, y les tanteaban los cabellos, que se habían vuelto largos y frágiles, con la mano ya sin forma procuraban sujetarlos por los hombros. Luego, por algún motivo, los niños se fueron quedando quietos, cada vez más quietos en la semioscuridad, mientras los padres se concentraban  en los huéspedes hasta olvidarlos. Hubo excepciones: algunos quisieron preguntar como antes: "¿comiste?", "¿tomaste la leche?" pero temieron la respuesta y callaron. Los niños podían decir: "no", o "quiero la leche", con esa cansadora cantinela que les fue propia en un tiempo, recordada súbitamente. No quería enfrentar ninguna penosa disyuntiva, por eso, aún los padres mejores o más desaprendidos con los huéspedes, se contuvieron y callaron, sorprendidos y felices por ese estado de paz absoluta  que reinaba en la habitación. Sin levantarse, se inclinaron y trataron de tantear nuevamente para saber si los niños seguían allí, pero las manos servían de poco y el gesto, realizado como en sueños, ciego, no les aclaró nada. Los niños desaparecieron o crecieron, imposible conocer lo sucedido porque en ese momento una  de las personas sonreía a todos y decía:

"Usted, querido, que nos está mirando...".

(Griselda Gambaro, El desatino, 1964)

Bachelorette by Björk

domingo, 10 de diciembre de 2017

Cada vez que los escuche como un llamado

Son canciones que tienen un recorrido. Hay un montón de sonidos que lo tienen y sin embargo me las reservo en la intimidad. Hace unos años me fui de viaje y fui encontrando otras cosas que me pasaban en mi vida. Cuando estoy solo y empiezan a remixarse con audios que me traen a la memoria. BeachBall de REM es una canción maravillosa pero a mí me trae situaciones de quiebre. Caminar en un pueblo fuera de las temporadas. Con cierto optimismo. Como me puede pasar con Luscious Jackson con Fever In Fever Out. Lo que sigue en un poco más de media hora.
Cuando empezás algo de nuevo, aunque no parezca, que no se note para levantar sospechas. Estos años empecé a ver que no se necesito de mi propia opinión para tener resultados, buenos, malos,   regulares y pobres. Parte de esta historia también lo decide otro. Aunque se queden pendientes. Encontré otras voces fuera de mi cabeza ante los inminentes finales. Vivo cada vez más afuera de mi propia casa. Un lugar dramatúrgico que se escribe en nuestra vida. Otras posturas ante el pesimismo. Una ironía afectada, como un siempre adjetivo.
Dejé en parte lo autorreferencial, porque no tiene mucho sustento. Cuánto has sufrido para contarlo se vuelve innecesario. Hay obras de teatro que se me pegaron como la canción de Marolio y con el paso del tiempo tienen otra independencia. Con sus ciclos vitales, con un aire que las sostienen solas, no necesitan del marketing. Uno puede separarse de ahí sin tanta parafernalia. Una repetición que nos acompaña como cada función a la que le pusimos agallas.
Por eso cada vez que una canción aparece como una sorpresa me dejo llevar por esos sentimientos, que me siguen por esos tiempos. La gracia, lágrimas silenciosas en el lecho.
Esas guitarras acústicas que todavía me suenan entre el ruido.

(Nice Dream) by Radiohead.

martes, 28 de noviembre de 2017

"Recuerdos del futuro juntos"

Sé que había comenzado como una burla, eso yo creía en un principio. Aunque ahora que lo miro el camino recorrido había una persona en la profundidades, en aguas muy oscuras. Sin un lugar a tientas, en la ceguera de un departamento que estaba plagado de excusas. Algunos les dicen motivos para no hacer las cosas. La mugre por los pisos.
El paso del tiempo me dejó en un lugar protagónico de las cosas, dejé de lado una jerga por otra y quien pudo ir leyendo estas entradas se dará cuenta que es parte de un loop que me va dando vueltas cada vez que escribo. Mi yo-yo mátic. Egoman, cuando ando sin capa. Y como todo protagónico, también nos tocó perder. A veces por partes, a veces por todo. Hasta llegar a del todo. El exceso del casual me dejó a otra impronta frente a lo que pudiese ser un relato de Roberto Arlt. Un gran mentor a la hora de escribir. Usé mucho su modelo para muchas historias. Quizá no me canse. Necesité de algún lugar con mayor inmediatez, buscando entre otros modelos nuevos de escritura, y sé que Roberto no me falló en aquel pasado tan vertiginoso, aunque encuentro que las carnes también se pusieron cara a cara. Una invitación a una segunda vuelta. Una taza distinta a la vida, por favor. Y cuando tenés pocas opciones frente a la realidad, tenemos el caballo cansado.
Hay canciones que me marcaron un regreso de un lugar que lo había dejado en medio del prejuicio y quizá necesite bucear por aguas más claras a la hora de encarar la vida, la escritura, la música y los cada vez menos objetos que llevo en cada viaje.
Volverme más básico ante el ruido, aunque suene... ¿Desollado o desoído? Alguna vez.

Fuego de Noche, Nieve de Día de Ricky Martin (Piano Version)

viernes, 24 de noviembre de 2017

En tránsito (Te encuentra)

No es venganza. Se toma un poco más frío de lo habitual. Hay gente que está apurada y te corre por su destino. Vos estás en otra frecuencia, lo que fue será asi. Como la sexualidad.
No creía tener problemas hasta los primeros avisos. Chicas voluptuosas, exageradas. Mostrando todo su ser por un ser querido. Y no. Cada uno con su asunto.
Estoy haciendo cosas para no pensar en alguien que quise y sé que no es correspondido. Porque ya no está. Listo.
El problema de la vanguardia y para él está todo demasiado establecido.
"Hago todas las cosas para no pensar en vos".

PD: Si uno quisiera verte...

jueves, 16 de noviembre de 2017

La Madre Teresa de las Crónicas Marcianas Abandonadas

Pasó como parte de la adolescencia pero quizás ahora parte de la ausencia me está pegando en la adultez. Un karma que nos sigue. Ese amigo invisible del niño que no crece. No creo que haya madurado como una fruta en un cajón en el mercadito del barrio. No, la pérdida me puso en otra sintonía para encarar las cosas. Otras meras excusas para darle un puto sentido a la vida.
Lo que escribía hace unos años tenía un tanto terrorífico y todo se volvió silencioso y pasivo. Textos tóxicos que no se me despegan. Un grande, Poe. Y antes también había perdido. Lo que no está más como deseo. Vicios concentrados como un ritual que se cayeron rodando por las escaleras. Una depresión provocada que nunca me pidió permiso.
Cuando empezaron a borrarse las imágenes acústicas de las cosas. Lo que imaginaba por las calles cuando volvés al mismo lugar tiene otra concepción del devenir. Otra edificación, otras inscripciones, otros negocios, otros trabajos. Cambiaron las personas. Cuando visitás un barrio que dejó de tener, para vos, pertenencia. Otros. Enajenados.

En otro (d)espacio
si lo pensás
entre atmósferas pesadas.
Me habrá atropellado
el tiempo en la Tierra.

Un Millón de Años Luz (SEP7IMO DIA) de Soda Stereo

lunes, 30 de octubre de 2017

¡Alguien se clavó un salame!

Quizás sea el problema de ser espontáneo cada vez que me sudan las manos. Las agito con naturalidad para secarlas al aire y me dicen que eso es demasiado amanerado. Los miro y me miro las manos. ¿Dónde está lo amanerado? Me chorrean y las muevo como zumban las abejas.
Tengo un tema con lo que creo que es amanerado o no. Puedo charlar con una persona con temáticas que son del mundillo del "se la come", y sin embargo, en general pienso que no. Gente que habla raro pero no creo que por eso se come la galletita. Me quedo recalculando, nomás. Circulan otros prejuicios. Otro foco de las cosas. Como robots con inteligencia artificial.
He tenido profesores y compañeras de teatro que fueron tildados de gays, lesbianas, tortas, comechingones, cometravas y robacunas. Las robacunas las viví haciendo teatro y antes también. Es casi moneda corriente que respete a las MILFs. Hay una profesora que se comió un pebete. ¿Y cuál es...? Los tildados de gays y lesbianas no paran de comer más que los que tildan de. Todos estos son muy recatados. Empezaría a mirar para otro lado, señores acusadores. Una amiga me dijo la mejor definición del homófobo: es el que le tiene miedo a que a su culo le guste.
Por eso, cada vez que me apoyo en el hombro de alguien es por cariño, algo que ya no es tan fácil que suceda. Esa connotación que me pusiste y me salió, ¡Qué querés que haga, ahora!
Ya no puedo recular.

PD: "Sé que estamos un poco enojados pero quiero que lo sepas..."



viernes, 6 de octubre de 2017

"Dream It All Up Again"

Cómo me está costando escribir cuando me di cuenta que lo hice con una desnudez sin justificación. Un hiperrealismo al pedo. Como cuando ves la porno y ahora necesitás vestir a los actores para el coito. Nadie se excita con esqueletos copulando. Se me complicó. No lo veo como un juego de engaños y espejitos de colores. No es el veneno de San Agustín. Perdí placer y es horrible la sensación. No es que dejé de escribir aunque en este momento necesito vestir mis palabras e historias con otras cosas para no sentirme con cierta exposición de la cual yo sí decidí darle en algún momento.
Con lo que pasó con Reykjavik, quedará en Reykjavik. Lo que pasó con E, viene con E. No estoy cerrando el blog, pero quizá necesite encontrarle una vuelta de tuerca a esta escritura. Algo demasiado guardado y que todavía no me sale. Una persecución, a esta altura, injustificada. Patologías que me acompañaron. Cosas que anoté y no publiqué por alguna razón, y porque todavía me respeto para no caer en lo bajo. Más abajo de dónde se perdió un señor en uno de los recorridos que tomó en uno de mis sueños. "Tomó ese camino polvoriento y nunca más nadie supo de él". Me contaba mi otro, en otro hemisferio imaginario.
Cuando dejaste de ser parte de una ficción y otros lo creen como un tal. Y cuando leés visitantes y ves que son solo textos flácidos. Encontré escritos fuera de la órbita. Lugares que dejé por cierta ambición de lo políticamente correcto y en una necesidad desesperada por seguidores. Habrá que empezar a dar otros pasos para enriquecer la escritura. De engordarme con las palabras.

All I Want Is You by U2.

viernes, 22 de septiembre de 2017

Entre mis extremidades

Todo lo que
pierdo & gano,
como me arden
las cosas.
Antes,
durante,
en experiencias.
Al que nunca acaba
(Te acompaña)

miércoles, 6 de septiembre de 2017

Pensaré que el taxi se utiliza como último recurso.

Hacía días que no podía sacar plata del cajero. Hoy me enteré que me desplumaron entre el fin de semana y el lunes con una tarjeta de débito clonada. Perdí casi todos los ahorros para el futuro, como si fuese la tecla que dejó de funcionar hace un mes. En otro escrito. A veces, puede que esto pasó de la misma casualidad cuando me quedé sin luz y no tenía plata para comprar velas. También como una despedida heterosexual con el trago de siempre escuchando canciones. Esas conexiones raras que hago. Cuando me sacaron todo del placard, como si fuese un robo a la intimidad, un poco necesaria en retrospectiva. Ese clóset tan bien acomodado. Eso sí, casi todo lo poblado no se usa. Como una sobreinversión o por sobrepeso. Un fin artístico de las cosas que era un secreto a voces.
Estuve leyendo esos pensamientos etílicos que tuve en mi última relación seria de 2011 publicadas en las redes sociales. Ahora te recuerda todo, incluso que borré muchas canciones de U2. Una casa, clases y como me fui cayendo a pedazos hasta perderlo todo. Desde un principio esa relación no estaban bien porque estaba de novio con la botella. Se sabía. Se supo desde un principio. Nos chocaron con el tintineo del vidrio. Me sorprendo porque esperaba que iba a estar mucho más edulcorado de palabras más vacías que pude leer en el otro blog. Mis compañeras del laburo me decían: “No se te ve muy feliz” y mi mejor cara de panqueque flambeado al rhum. En otra situación sentimental. Aunque no las deseáramos volver a ponernos en la boca de una terminología. Pasaron igual, el tiempo corrió y se nos cayó el culo en la trinchera.
Me atravesaron los pensamientos de un posibilismo que pudo haber tenido otras consecuencias. Una presión informática del osito que te comiste en la oscuridad. Pequeña inocencia. Cuando creíste en el desvío que tapaste con el humo que despedías. Pero ese rumbo estaba marcado por una maleza bien guardadita. Y el humo se sabe, se despeja. Una lesbiana conocida me dijo que los tapados son muy psicóticos. No tengo los argumentos desde dónde lo pudo sacar pero ciertas experiencias, propias y ajenas, me seducen por creerlo como justificación de esas medias que no uso. A esta altura, innecesarias.
Para ponerle un poco de casualidad a la noche: Septiembre comienza como un mes de mierda. Un amigo que murió hace 17 años que me cae como un loop irresuelto y un año desgraciado para la quiniela, pese a varios logros que de a poco incorporo. Estudios y otros barcos que zarpan en actividad. Las muestras que dejé de preparar. Cosas que dejé de comulgar. Choques como silencios. Criticar por hacer. Un panoptismo que se vive en la virtualidad como en casa.  Y ahora me robaron sin abrir la billetera. Como lo invisible que nos agarra como transeúnte en trance.  Casi me pisan cuando estaba subiendo a la orilla de la vereda cuando fui de compras. También fui novio alguna vez. Otro trago. Sacó otro trago. Perdí cierta trama en tantos lugares que visitaba. Me puse muy aburrido con los años. Leñoso. 
Ya no es tan fácil quedarte en un vestuario. Digámoslo. Antes pasaba en la clandestinidad. Hoy tenemos luces a nuestro alrededor. Dejó de ser una fantasía platónica del hombre de las cavernas. Quizá tenga otro feedback a la hora de lo concreto, resumido. Alguien se acerca y de la nada te da una charla sobre las degustaciones. Y se te para la pija. Pudo haber sido un defecto. Antes. 
Cuando te vas de compras y te preguntan si es para tu novia. Sí, miento con un gesto. Hagámosle ficción. Ladrón que le robó a otro ladrón, tiene otra obra. 

Jack, by Tom Petty.

viernes, 1 de septiembre de 2017

Un texto se enriquece de a otros.

Lo entendí con el tiempo. Cada vez que leo me encuentro en otro tiempo, en otro lugar. Puede ser en un puesto de atención al cliente, en un cajero o simplemente en un servicio al pasajero en un número que atienden en otro país. No sabemos dar una respuesta certera.
Viví un tiempo que todo era una sola respuesta por asegurarle al otro una satisfacción y se iba feliz porque tuvo un momento en que sí, el señor me dijo que era la forma correcta. De hacerlo. Nos poblamos de fórmulaciones para todo y no sabemos si llegamos a casa o a otro destino. Otra cosa es sentirlo.
Tenés una cita planeada. Compraste las entradas y pasaste con el otro una velada placentera. Después del show comienza el otro espectáculo. Cuando te ves con el otro. Lleno de olores, la piel que le brilla y dudas que no sabés. Y si es propenso a las harinas.
Ahí es cuando la cita no tiene respuesta. Cuántos quilombos tuvo encima para aceptar que lo invites a cenar, afuera del ecosistema, y relajarte por lo menos un rato a masticar eso que los une. La porción de pizza. Dudada.
No sabés con qué salir. Si fuiste de los cercanos o de los lejanos. Si sos un armario poblado de abrigos o me faltan tantas medias para sentirme satisfecho. Nunca se sabe. El tiempo fue más cruel a la hora de decirlo.
Te quedaste solo despues del encuentro para este momento, como los espacios que buscan los escritores. El conflicto interno que te vuelve fácil como opción.
Fuiste, hiciste todo lo que había que hacer y te volviste a casa ¿Asustado? Puedes ser, pero quedó como una buena anécdota. Quien no se ríe lo ve todavía solemne a la hora de saludarte. Como pasa con los tangos. A la hora de caminarlos. Las citas no son atractivas. Porque nunca garcharon y perdieron su objetivo. Siempre entre intentos y escapismos, que de a poco, salieron.

viernes, 18 de agosto de 2017

Dame de Ricardo Arjona.

Una actividad incorporé a mis hábitos ante la fobia. Retomé mis estudios, algo que no debería haber dejado. Cuando uno piensa demasiado y encuentra los errores afuera de las revistas del corazón. Ese ombligo que desapareció. Ahora escribimos porque nos dijeron que lo hagamos sin magia.
Siempre me dicté por mis pasiones, y como todo, se termina a puertas cerradas. El paso del tiempo no ayudó aunque algunas actitudes ante la vida me acompañó como las contraseñas cuando me tomo el colectivo de la memoria. Un tipo que me vio en otra situación, como una película que vi después. Comiendo papas fritas. "Me olvidé la letra..." diría Charly García, desconectado.
Puede ser por los rechazos tan inocentes que cambiaron las cosas. Estar en otro lado, en otro foco. Estamós acá, ahora. Los remolinos se mezclan entre los gitanos. Un agua que de beber es un iceberg que zarpó hacia otro polo. Parece resignación pero todos en casa conocen mi razón para no volver a la mesa. Uno toma otro barco. Lo que no se habló que ahora se enferma. Un leño en un desafío eterno. Pragmatismos con los feriados continuos. La garganta que ya no se abre como antes. Un presente/ausente, en un binarismo relamido. Una poesía que parece discontinuada en para siempre.
Un texto para leerlo está durando tanto como todos los ensayos de una obra. Mucho tiempo para poder resolverlos con un solo subrayado. Dejé el plagio como referencia, siempre otro dijo algo similar en otro lugar parecido o ya se vivió, como dicen en las películas. El eterno retorno para encontrar otros rastros en el camino universitario. La excepción que no marqué. Hasta antes del estreno se lo investiga. Algunos lo piensan como un amanecer perdido. A esa hora ya me caí por el pedido de un CEO.
Ahora demandan otros tiempos. La inmediatez por lo efímero con la frase registrada. La cosa es un cosito, le decía la novia. Y así, una mezcla de emociones cuando tenés un compromiso fechado. Sabés que las cosas tienen un vencimiento y te preocupaste por lo que dictaba tu calzón. Armaste una escena por salir de la situación, y era sabido. Con lo que te encontrabas, en cada momento.
Como era un tipo en una calle llamando a una ex que estaba en la tragedia de Cromañon. Él se compró el celular casi por pedido de ella. Y él pidió su teléfono a otros contactos durante esa noche cuando la había borrado de su vida. Todavía no se hablaba de redes sociales. Solo con mensajes de texto y por el MSN. Ellos dejaron de pensar igual para las fiestas navideñas. Con los fuegos artificiales.
Cosas que todavía causan gracia. Cuando veo la transcisión de una oruga en mariposa.

viernes, 11 de agosto de 2017

After del after

Si me armase de la bronca que tengo del despojo, se puede hacer mucho. Será la medicación que las cosas pasan. Te cagaron una vez y de a poco vas aceptando las cosas. Todo es tan normal. Se ve así.
La genética de uno tiene la salvaguarda que no continúa. Es fin de algo que no te funciona más.
Más que nunca pienso en no tener hijos. No por mí, sino por el futuro. Muchos problemas que no quiero exponer. Como deseo.
Poner a un pibe que se siente extraño es una obviedad, pero con su vida finita a cierta edad, a ciertos tiempos.
No hay fantasía después de la fantasía. Se cae a pedazos. Por la propia fantasía. Hacer de un vivir como una ficción para no sufrirlo, dirían los directores. Sin vengar nada.
Todo trunco. De eso sí, de tan críptico.

viernes, 4 de agosto de 2017

Con Lisa aprendí entremedios de los ensayos como un estado memorioso.

Y siempre les dije alguna vez que era un amor.  Y cuando alguien te avisa un rato antes de que pase. Y hay que bancarse el futuro, cuando no estás tan acostumbrado. Y la tecla dejó de sonar con todas las deudas en el medio de la pizarra.
Y nunca salí a tocar con los dedos El Río de Café Tacuba.  Y real.
Y... Como buena persona.

viernes, 28 de julio de 2017

La melodía del arte

"De pronto me caben las letras o los momentos de enojo o de melancolía sin llegar a la tristeza abrumante, que es algo que sería forzado, pero sí la melancolía del arte.
Todo de alguna forma tangencialmente o más profundamente tocan algún sentido personal. De eso no hay escapatoria".

Efecto Doppler.  (SEP7IMO DIA)

PD: Sueño.

jueves, 27 de julio de 2017

Río Babel

"Sin embargo, salí adelante y esa dura etapa quedó atrás. Sobreviví sin grandes secuelas. Llegué a un lugar menos escarpado y más abierto que antes. Para que me resulte más sencillo diré que a partir de cierto momento tomé aliento, miré a mi alrededor y me vi a mí mismo de pie en mitad de un paisaje nuevo. Entonces tomé conciencia de que era más fuerte y un poco más inteligente (por poco que fuera).
No pretendo decir que haya que sufrir en la vida y aguantar todo lo que se pueda. Honestamente, me parece que es mucho mejor no sufrir que hacerlo. El sufrimiento no es nada bueno y puede conducir a determinadas personas a perder su impulso vital y a ser incapaces de recuperarse. A quienes estén atravesando en estos momentos de su vida circunstancias difíciles que les provoquen sufrimiento me gustaría decirles: «Puede que sea duro, pero es muy posible que en el futuro tenga consecuencias positivas». No sé si servirá de consuelo, pero me parece importante insistir en la necesidad de avanzar, de no decaer, de no abandonar nunca ese punto de vista".

(Hakura Murakami en De qué hablo cuando hablo de escribir, 2017)


viernes, 21 de julio de 2017

Cuando te quedás solo en otro lado.

Me llené de palabras y no puedo soltarlas. Miedos aparecen como grandes fantasmas cada vez que tengo ganas de escribir o cuando agarro la guitarra como nuevas pasiones. Empiezo a tocar el teclado y se suspende un ojo en mi hombro derecho. Eso me dijo una gitana que me tiró las cartas. Una mujer de avanzada edad y otra de medianos años tiraron tierra sobre mí, me dijo. No creo tanto pero en los hechos sí.
Tengo identidades que se acercan a la teoría conspirativa del brujerío. Como un piropo no fui al grano. Vivo con ese ojo que me observa y le doy de comer como a un loro que me acompaña en mi  pirata visual, porque tengo a Iris vago. Le comento cosas cada vez que me encuentro solo. Lo uso como un bastón en lo persecutorio de tu almuerzo desnudo. Convivir con todo lo que te sale mal y no se entiende qué te estoy tratando de decir.
En algún momento de mi vida comentaba esas cosas con mi mascota como un personaje con quien me desdoblaba. Hasta que empecé a ver otros grados de separación. Una incomprensión que al unísono empezó a hablar. Un Mr. Hyde mental. Los hábitos hicieron un poco que con el trabajo deje esos clavos fríos que me insertaba casi de forma habitual.
Encontré mis lugares más conservadores como tenebrosos que tengo para el otro lado de la tierra que se abre cada vez más. No soporto los progresismo con frase hecha, atractiva para la hinchada. Un individualismo creciente en mi forma de pensar. No compartir eso que vos decís. Sentirlo de verdad, una parte de mi ser. Una sonrisa falsa como si te estuviese escuchando. Pero hay límites en el recorrido histórico. Una heterodoxia para una convivencia frente a la resignación, plagada de conformismos. Una pasividad que me llevó a un silencio para esta tormenta de ideas que me recorren cada vez que veo ese anuncio. La historia es otra allá cada vez que te veo.

Meditar, se tu propio altar, de Gustavo Cerati

viernes, 14 de julio de 2017

Hours... de David Bowie

Creo que es un disco existecialista. Se hicieron muchas preguntas sobre el mismo tema que nadie comprendió. Los días pasan y nos volvimos tecno. Sí. Tu música de aniversario no es la misma que en el sudeste asíatico.
Nunca supe que Bowie había dejado el alcohol en esos años y hubiese dejado tantos discos importantes. En términos de letras. Otra vida hubiese sido mi vida. Como amante.
Hay canciones que pasan en mi vida. Como cada vez que escucho un bandonéon, y sé que es no acordeón.
Hay diferencias.

viernes, 7 de julio de 2017

Un sentimiento

El vacío que empecé a vivir. De alguna manera busqué alternativas para separarme de todo, y sin embargo, tengo esas visitas indeseadas. Los rusos como el hormigueo en mis manos se olvidó que estamos perdiendo. Es un mito urbano en mi cuerpo. Nash no tuvo esos lujos.
Me quedé en el trabajo porque la convivencia es insostenible. Las diferencias que estamos teniendo vuelve por lo menos una hora de vivir en un mismo techo en una separación generacional. Formas de encarar la vida. Puedo ser muy aburrido, y diciendo la verdad, me gusta. La pesadez del sentido común.
Hay cosas que quiero cambiar. Eso no lo puedo negar. Acostarme temprano para levantarme más temprano. Las pastis no me dejan demasiado margen para vivir como los demás. Ocupar los tiempos para no estar más con ella. Encontrarle el yeite para no ver. Ocupaciones varias.
Quizás tuve ideas persecutorias, pero cada vez que releo los textos empiezo a ver un poco más ajenas las cosas. Lo autorreferencial ya te la debo.
Se supone que por los cálculos este año me muero. Puede pasar, por eso escribo. Creo que desde hace años. Y como no pasa, me aburro emborrachándome de mi propia pereza. Escribí para llamarle a alguien la atención. Como un lugar incómodo, que hacen un cadaver exquisito que nadie sabe a dónde responder.
Un hábito que me desmoronó mucho hasta perderlo todo. Amigos, casa y privacidad. En esa orden, como un desafío.
Me ganó, a la hora de escribir.

sábado, 1 de julio de 2017

Como mensaje

Estoy haciendo cursos y ahí me doy cuenta. Qué es lo que quiero y por qué estoy haciendo lo que quiero. Qué me falta hoy.
Antes no tenía tantas direcciones por seguir y me quedaba tranquilo. Se suponía que había una fórmula que resolvía todo. Miro donde vivo y es un cruce de avenidas. Antes los bloques se llenaban de palabras.
Hoy hay que llenarlos. Nadie sabe por qué y lo hacemos. Pongamos cosas para que las personas no se mueran solas.
Un amigo me dijo que insistió para que nos juntemos y desistió.
Le dí solo un OK.

jueves, 29 de junio de 2017

Volver a Goethe.

-Con tu sueldo no podés vivir solo. Me dijo mi hermano. Sin postre.
Me quedé tieso y busqué argumentos para hacerle saber que sin embargo me gustaba hacer lo que hago. Busqué cosas del marketing que no me gustan para sanar mi herida narcisista. Un tipo con familia y estudios completos me dejó en la calle. De una.
En mi cuarto puse canciones de Phil Collins. No me gusta por ser excesivamente popular para los jean genie media boys. Saben hacer canciones pegadizas fuera de la estructura progre. Y para los progres es muy básico.
Cosas que no puedo cambiar del diseño.

lunes, 19 de junio de 2017

El señor ajeno

Puto que lindo es verte así. Hacía mucho tiempo que no te veía. Cuando empezás a ver las diferencias. Sí, ese señor que te sostenía no lo hacía para la foto y lloraste.
En casa comentamos las fotos. Nos dimos cuenta lo que nos mueve todos los muebles con solo la imagen. Un estruendo. Ese señor que está ahí sin moverse es mi papá. Un tipo sin posar lo hacía así nomás. Era espontáneo. Un hombre en el mar te enseñaba a hacer la plancha. Sudores sobre el mar que nos protegía sin ver la medianoche. Abrazados en el recuerdo.
Estaba todo resuelto y era feliz. Eso.

martes, 13 de junio de 2017

How to disappear completely by Radiohead

Hace más o menos cinco años que estoy teniendo problemas creativos. En un momento de mi vida todo lo que escribía me parecía ajeno hasta que empecé a vivir situaciones parecidas o inducidas a esas historias. Elementos autorreferenciales.
Algunas me pasaron en tiempo real, otras por conexiones mentales, fonéticas o lingüísticas. La casualidad como otro factor. Sin la necesidad de hacer referencia al Cuaderno Rojo de Paul Auster. Una cosa trae la otra y por momentos se autopredice una situación que se puede vivir en el futuro menos presente. Se puede decir que tuve delirios, que son reafirmaciones lógicas de la realidad. Y cuando te quedás solo llegás a conclusiones erróneas.
Luché por estos años los momentos de ataques mentales sin tantas lecturas que hoy me estoy debiendo. No tengo la cantidad de horas de práctica que ahora podría dominar. No lo traduzco como una vagancia sino un dictado que recibía desde un hidden track. 
Alejarme de mis pasiones fue el error más grande que cometí. Me separé de lo que sentía que es peor. Lo que me movilizaba para escribir, tocar, actuar. Estudiar. De estar con alguien acompañado, un sentir. Una supervisión recargada de críticas te puede dejar cano frente a un lalá como melodía. Hoy reescucho y ya no lo siento como un antes. También viví otro encierro con otros condimentos etílicos como una cárcel en ese supuesto elíxir creativo que se cree que extraño. Una cosa no quita la otra. No todo tiempo pasado fue el mejor. Viví encerrado en cada función.
Las obligaciones y responsabilidades cambiaron. Lo que me toca hoy es distinto. Una dependencia que a esta altura de mi vida es incómoda y ridícula. También supe comprender que me quedé solo desde el antes del antes que se abriera la tierra y no hablo hacia ningún escenario porteño. Hablo desde otros apuntes que  se mantienen en continuidad en el tiempo.
Empecé a darme cuenta que todo lo que me imaginaba en la realidad era totalmente distinto. En algún momento pensé que habían mensajes en los carteles de la calle. Fui al origen de las cosas, recorrí los lugares que poblaron las elucubraciones de la fantasía. Todo lo contrario, se despegaban de la realidad con todas sus razones lógicas e irracionales. La pasión no se contabiliza como un debe o haber. Dejé de entender ciertas expresiones, ¡Vaya sorpresa con gran decepción, amigo!
Viví un síndrome de Estoesuncolmo interno y hoy quizá tenga miedo. A avanzar de nuevo por la huella y no puedo mirar desde el espejo retrovisor. Gritos y discusiones, como golpes por lo debajo.


viernes, 9 de junio de 2017

En una gota cabe el universo.

Hay canciones que ponen todo en orden. Posición, ritmo y lo que vendrá. Sin contar. A veces me pongo en un universo paralelo que la duda me superó. Hoy estoy acá escuchando la canción. Hay emociones encontradas.
Lo que viví mientras tocaban la melodía. Dejé una influencia para estar, y sin embargo, los acordes se repiten una y otra vez. Nunca supe que había un cambio de tiempo en la canción. Hacía las cosas sin que me diese cuenta que había un cambio del tipo que me dijo que haga que toco cuando la quise tocar. Sin cuantizar. A veces ponemos un metrónomo que no nos dicta como el Finale. Sin diálogos para atestiguar.
Los dedos hicieron cosas de movimientos automáticos, que aunque no nos gusten, nos llevaron ahí. Entendí porque Joselo lo pusieron a cantar con un por qué. Como un puente. Cuando dejaste todo por un detalle.
Depende como me veas si lo viví. Como un Melvin Udall. Un detalle que no esperaba. Un vestido de bajo presupuesto con flores para Troy Dyer. Todo decía que sí para la película. No salió, no salió. El romance pasa por otros detalles que no planificabas como para tu target.  Para hacerlo en público.
La necesidad pasa por otro lado. Como todos los manchones que hago en cada cuaderno que quiero empezar.
Dejé mi taza entre los árboles.

viernes, 2 de junio de 2017

Gorgeus


Se supone que
se resolvió.
Cuando te ves
desde
otra perspectiva.

Uno siempre tiene una historia de citas. Quién no las tuvo se pierde un sinfín de canales llenos de humedad. Busqué entre las mujeres de vida un encuentro. Tuve una nota fundamental que pobló mi creatividad. Tiene un nombre tan normal para resignificar. La histeria no se resolvió pero pese de pasar de frontera me acuerdo.
De una invitación y todo lo que cuidamos hasta la idiotez.
Por querer sin ser.

Lana Wachowski hizo mi historia sin llamarlo a Alex Gino.

martes, 30 de mayo de 2017

#Melancolía

Los números se mueven solos. Cambié la perspectiva y volvieron a su lugar. Como un movimiento ocular que no comprendo. A veces sucede de noche que aparecen avisos que no existen en mi cabeza. Esta mañana los vi en vivo.
Las alucinaciones vuelven cada rato. Se supone como angustias contenidas que no se liberan. Hubo un tiempo en que veía una luz a mi costado. Cuando podía dormir.
En otro tiempo, vi nevar pero era falta de sueño. Un jet lag laboral. Dejé que pase el tiempo y me entregué al trabajo. Tuve que esperar otras horas más hasta reconciliarme con la almohada.
Llegué a ver una lluvia de estrellas fugaces sin que las anunciaran los noticieros. Me quedaba en silencio en el patio sentado en la reposera fumando. Como perfumes que aparecían en el espacio. En casa ya saben cuando me salgo del eje, por el silencio y la mirada perdida.
Hoy los números se volvieron a mover. Hagamos como si nada pasase. Res-piralo como el brillo de las lágrimas noctámbulas.

miércoles, 24 de mayo de 2017

Don't Ask Why by My Bloody Valentine

-Cada pareja es un mundo-le dije.
Era el día de San Valentín y todos esperaban rosas. Habían cosas para hacer y nos quemaba la jornada. Los mensajes de la mañana, noticias que asaban como parrilla y el candidato que no sabía hablar.
Me quedé haciendo números con el teclado. El mediodía se hizo áspero después de la hamburguesa que no comí. Dejé de disfrutar en ese instante como si fuese una traición. Cambios en la agenda.
Hice mi trabajo. El clima se cortaba en fetas como un almacenero de la esquina de mi casa. La chica de estación me estaba ignorando. Como sus razones. Hice lo que pude, aunque las críticas dijesen lo contrario.
-Ese recuerdo no va. El otro sí iba, idiota- dijo.
Me quedé perplejo mientras le mandaba a sus listas de contactos que todo lo que hacía, equivocada o no, salían igual.
-Alguien te vivió, ghostwriter.
Y se rió.
Apagué las luces del baño, la cocina y de toda la oficina. Revisé los pasillos y me fui entre la oscuridad. Las calles estaban iluminadas por la humedad de una lluvia pasada. Que no vi.
En la parada del colectivo me pidieron un cigarrillo. Ofrecí del paquete directo.
-Parece que no quiere salir-dije.
Al chico de la calle no le importó la marca. Ni de dónde viene mi necesidad.
-No anda el satélite en esta zona. Esperá hasta que lleguemos a la otra avenida-dijo el colectivero.
Pagué con la tarjeta y llamé por Whatsapp a mi amigo del otro lado del mundo.
Cuando no viajás con los auriculares. "Puede fallar", dijo Tusam.

viernes, 19 de mayo de 2017

Voxes

Me puse a tocar en el tiempo libre mientras escucho canciones. Practico con covers. Trato de precisar los ritmos, armonías y digitaciones. Nunca llego a sonar como el original, aunque te compres todos los equipos que se hicieron para la grabación. Armé una lista de discos de investigación para la producción.
Ahí empezaron a aparecer algunos esbozos de otras canciones propias. Muchos de ellos los transcribí en papel para no olvidarme. Podés estar eternamente haciendo arreglos como inversiones a ver qué sale de ahí. Si pongo todo en la computadora se vuelve tedioso. No decido con cuál quedarme por lo que decidí grabar todo en crudo, sin tantas ecualizaciones y después con el demo conformado lo voy loopeando con un grabador sin mediar un software.
Probé las voces con un grabador de periodista. Me quise matar cuando escuché todo desafinado. Voy armonizando con el teclado para llegar al registro adecuado. Por eso nunca grabé tuneado.
Una vez lo hice y al escucharme por la mañana, me quise matar. Una cosa es escucharse mientras tocás y cuando oís el registro ajeno a vos se vuelve un ruido lleno de aullidos por las noches. Incorregible. Los impulsos iniciales son muy buenos pero a veces en el resultado final es poco productivo.
Un conservadurismo en la creatividad. A veces en el proceso, a veces en el resultado como el inicio de una relación llena de reglas desde un principio. Asfixiante. Al mismo tiempo estoy plagado de mañas, no todo es como vos querés que sea. Encontrar ese momento adecuado después del murmullo.
Muchas tomas para un mismo proyecto. No estoy inventando la pólvora, es una necesidad frente a lo que pasó. Conocer los propios límites sin perseguirse en el tránsito.

viernes, 12 de mayo de 2017

Por ser mejor.

Rock me enseñó
a vestir.
Atómica me dio
muchos libros.
Como los sillones.
Lo que uno
se aguanta
por estar
con el otro.
Adentro,
un pasado
te dijo
a dónde
fuiste.

viernes, 28 de abril de 2017

Acompañante terapeutico.

Los arreglos del Zorrito nunca fueron reconocidos en los créditos.
Y él vive.
Sin contártelo.
Atrás o adelante.
-Quedó impreso.
-Suena como el orto.
Un productor dijo que .

sábado, 22 de abril de 2017

Cut Here by Cure.

Viajé tarde. Anduve retrasado en la cama cómo encarar la terapia. No sabía de qué hablar. Había escrito cosas que me interesan hablar porque me hacen ruido y no sabía compartirlas.
Me tomé el 44 que va Barrancas de Belgrano. Puse la tarjera y me subí. No había tantos pasajeros y me senté al lado de la salida. La del medio.
Viajé sin escuchar música. Busqué los auriculares. No los encontré. Estuve buscando en las redes sociales lo que escribí ayer. Nada nuevo. Proclamas por lo que vendrá.
Un tipo con su hija se sentó al lado. Llegamos al cementerio de Chacarita pasando la estación de La Paternal y se preguntó si llovería. Al aire.
-Esperá que me fijo. Le contesté.
-Está muy nublado. No sé a donde ir.
Me fijé en el celular.
- Si llueve podés ir para el Centro Cultural Reecoleta y no pasa nada. Con mi voz correcta.
-Queremos ir al cementerio pero si llueve, no sé donde llevarla.
Le mostré el pronóstico del tiempo con el visor del celular.
- Me quedo tranquilo.
Algo pasó entre los dos cuando le daba las indicaciones.

  1. Como lo que pasó. A cada uno de nosotros ante las noticias.

viernes, 21 de abril de 2017

El método Grönholm

Siempre puse en el otro mis demonios. Hasta que vi una obra en San Telmo. El infierno es el otro, decía el flyer. Una obra de Sartre. Nos pusieron unas máscaras rojas para despojarnos de la misma casa. Se nos pegoteaba.
Subimos las escaleras. Pasó la obra. Bajamos por unos tragos y hablamos con la directora. Le hice referencias a quién trabajó en la dramaturgia. Ensayamos varias veces y dije que lo conocía.
Me quedé sorprendido de la falta de un actor. Había un amigo cercano que me motivó verlo en otra circunstancia. No estuvo. Hubo una actriz que me manejó desde la cama, o mueve tanto mi memoria, a lo que buscaba en esa casa. Una voz agitada.
Me fui del lugar y me preparé para ver a quién de todos del equipo de trabajo iban a echar.
Hoy me quejo de la distancia. Cuando el espectador todavía estaba en otro lado.

jueves, 20 de abril de 2017

A la hora de poner tildes.

Hay algo que me pasan con los closets. Si veo algun tapado o por el cumulo de prejuicios, no soy un buen consejero. Mi salida no fue tan feliz. Cuando te das cuenta. Con el paso de los dias las cosas se fueron complicando en mi vida. Sin razon pase de una medicacion a otra y de una casa a otra.
Quise acomodarme. No pude. Puede ser que  quise y necesite estar en la casa de mis viejos pese a mi voluntad. Me ayudaron un monton. Mi hermano se quedo en mi casa. Toda armadita. Y no volvi mas por una decision.  Logica.
Mi viejo tampoco. Una mañana subio las escaleras antes de un desayuno y se quedo ahi. En el descanso.
Con el tiempo hacemos referencias al hombre de la casa sin darnos cuenta. Se me mojaban los ojos. Uno piensa que se olvida pero hay formas que se repiten. En el trabajo, la forma de encarar la vida, en las vacaciones.  Esos silencios incomodos. A donde vayas.
Puede ser por eso que deje de escribir tanto sobre la cercania con la muerte como algunas descripciones. Y si puedo ayudar a alguien a que pueda levantar el barrilete, en algo todavia apuesto. En lo que me queda.

sábado, 15 de abril de 2017

DISCLAIMER

Leo mucho. Escucho lo que puedo. No me alcanza la vida para rearmarme entre tantas influencias de mi devenir. Podés ver una vitrina que para otros no.
Salí en búsqueda de un libro. Hubo una magia que no supo decirme. Los leídos son de la contra porque leen menos los contratos. Te lo venden sin pedir el nombre para una comisión.
Soy de los preguntadores y me dijo Sol. Hacker. La pregunta la supo antes de preguntarme sobre la novela. Pedro es el escamoso. Acepté como un chico del locutorio.
Después de aceptar, no hay vuelta atrás, amigo. Lo dijo Pablo.
Asís o tu hermana. Ningún Jedi. A esta altura de la vida. Es lo mejor. Llevalo y leelo antes que te dejen el desayuno frío. Sin preguntar si van a llover cláusulas. O te escupan como carozo de pizza.

La música de Sandro. Pablo S. Alonso.

viernes, 14 de abril de 2017

Roberto

Me llamó un amigo que vive en Miami. Estuvimos hablando mientras él viajaba en el bus que lo llevaba del trabajo a su casa. Dejó la bicicleta esta vez. La conexión se cortaba en cada parada del micro. Sonaban los tubos y esperé a escuchar de nuevo su voz.
Hablamos de música. Él no estaba bien, por las temáticas que abordamos. Las melancolías y la búsqueda en la sensibilidad artística. Visiones en los diseños de los discos. Cómo se peleó con sus compañero de banda antes de sacar el disco debut. Los cuadros que vendió y les restó importancia. Nietzsche. Hay temas que se omitieron como borrador de la pizarra. Le puse la oreja quizá, sin ponerle tanto mi voz.
Como un intercambio pasado, me dijo nombres de bandas y libros que me pueden interesar. De Ringo, lo riguroso de Sting y los viajes de Cerati en Punta del Este. Me prometió que me mandaba el libro. Intercambiamos textos en su visita a Buenos Aires hace muy poco y le llevé los míos en el verano. En Buenos Aires me sentí ausente pese a que le di mi guitarra de cuerdas de nylon. La de media caja. En la charla me pasó unos fraseos de unas canciones que tocó en casa y no quise escuchar las letras acá por lo que implicaba para mí. Como otro borrador que ponemos en las charlas. Cada uno pudo ver la desnudez de sus propias casas en cada viaje.
El diálogo se cortó mientras él picaba algo en su habitat individual. Hay diferencias horarias y no recordaba cúal era el huso. No retomamos porque se quedaba sin batería en su celular.
Cené y me quedé pensando en su deseo a que lo acompañe al Glastonbury. Me acordé de una postal de Soda antes que grabaran Signos.
En la charla me contó cómo fue su primer show de Soda Stereo. En el Superdomo de Mar del Plata. Cuando dejaba séptimo grado como el único varoncito entre sus hermanas que se iban al circo o a la peatonal. Alguien lo acompañó sin darse cuenta, me contó.

Corazón Delator, Soda Stereo.

sábado, 8 de abril de 2017

Un lugar en Kissimmee

No siempre uno deja las coronarias en un lugar. Cuando empecé a hacer teatro hace muchos años le encontré una vuelta de tuerca a la vida. Las pérdidas me hicieron hondo para afrontar la realidad sin tanta felicidad. Y el teatro me enseñó en parte a enfrentar mis demonios. Algunos me vencieron, ya. Esa constancia perdida para dedicarme a otra cosa.
Tuve varios profesores y profesoras que me marcaron bastante el corazón en sinergia con mi cabeza. Formas de pensar distintas para abordar la escena. Desde algunos silencios ante cierta desesperación sobreactuada hasta posicionarme a los gritos a poner los pies sobre la tierra a la hora de decir un texto. Y algunas me enseñaron pistas con libros complicados de leer. Los fisgoneé porque los necesito. No se hace uno solo en el andar. Uno acumula para luego en escena vaciarse dijo una vez Osqui Guzmán.
A veces sin comprender se me caen lágrimas antes de llegar y me lo guardo. Me pasó en la van entre Orlando y Miami o en la escala de Lima de regreso a Buenos Aires. Me mantuve despierto con guitarras acústicas. Sin explicarme a dónde podría llegar sin despedirme. Nunca supe su nombre, pero con el paso de los días nos fuimos conociendo y busqué formas inconscientes, aunque lloviese, por volver ahí. No es la primera vez que me pasa por sostener el salto.
Un paso en falso por los lenguajes corporales.

Always. Bon Jovi

miércoles, 29 de marzo de 2017

Camufla desnudez.

Me pide que:
le hable sin
el capo
y que suene
dos tonos
abajo como
historias
que se abren
y que nunca
empiezan
(A)pagado
a la salida
cuando esos
dos se besan

viernes, 24 de marzo de 2017

What It takes de Aerosmith

Me desperté varias veces en la noche. Varios sueños se confundieron con la música al volumen de los grillos que escuché desde mi pendrive negro en la penumbra. No hay un negro absoluto acá. Y el fundamental me lo olvidé.
Como las notas del círculo de quintas.  Una rueda mágica. Comencé a hacer modificaciones rítmicas en las improvisaciones sobre las escalas. Algunas se poblaron de recuerdos. La música clásica que escuché desde mi viejo a los arreglos que hizo Richard Aschcroft en sus discos. Recuerdos más vívidos que los teléfonos. Que olvidé.
Antes memorizábamos los números. Los usé como contraseñas. Ahora los importamos desde el correo. Perdí muchos amigos en un robo cuando amanecí en la playa con la acusación a flor de piel.
Alguien me escribió que los exporte desde el smartphone. Ayer, cuando puse en papel que perdí mis contactos desde el perfil de WhatsApp.
Que los números no me mientan con esas melodías como me hizo el MIDI conmigo. Sin tracción a sangre.

viernes, 17 de marzo de 2017

El Manual

-Hay cosas que me están pasando cada vez que comienzo a encontrar arreglos en la música, que no son canciones. Son solo arreglos. Muchos desde arreglos hicieron canciones. Otros hicieron canciones sin arreglos. Y yo me quedé recalculando en el loop sin usar un sampler.
-Toco para no matarme. Hay ciertas progresiones de escalas que me recuerdan a una y a otra canción. No llegué a modular y me sostuve por improvisaciones sobre ciertas notas ¿Relaciones rítmicas? No lo creo. Lo veo más como nuevas prácticas.
-Vi unos videos del Charly García sin dientes hablando sobre melodía, armonía y ritmo. Que ahora todo se hace con fragmentaciones y se volvió más rítmico, burocrático. De oficina.
-Es todo un nuevo desafío en cosas que usás de esa manera. Say No More quemado te avisó que te estás equivocando ¿O no?
-Cuando te pusiste esos anteojos por primera vez para leer y te los sacaste al toque porque te molestaban, aunque te quedaban bien.
-Como Elton tocó hablándole a tu corazón, Bernie Taupin la escribió sin morderte....

viernes, 10 de marzo de 2017

Ningún engaño te hace feliz

Con el tiempo aprendí a engañarme, aunque creo que fue más por la propia soledad. No había con quien compartir mis propios cuernos. Muchas relaciones vacías y evasiones. Dejé de ver cine, escuchar música nueva y los libros me hablaban de lo mismo. Muchas contratapas sin profundizar.
Pero dejé de lado ciertos miedos cuando empezás a identificarte sin amoldarte al otro. Cuando viviste una mentira que quedaba bien para el afuera. Quizá en un principio pareció una rebeldía pero el paso del tiempo dio más razones que inexplicaciones. Como cuando te arde la garganta de reirte después de los tiempos de las lágrimas. Un dramatismo que los exasperó. Cada uno buscó lo que le fue más productivo, pese a los resultados.
Hay ciertos personajes que funcionaron como excusa, con las motivaciones sin diálogos. Te podés acostumbrar y te sale espuma por la boca. Acostado en silencio en la cama.
Antes pensaba que los ensayos no eran búsquedas, eran aburrimientos y los surfeaba con otras obligaciones y encontré el displacer. La pasaba mal. Las prácticas perdidas por elucubraciones en exceso y un minimalismo sin sentimientos. Cuando te das cuenta que dejaste de querer desde el principio. Y nos dejamos de hablar.
Un brindis por un tiempo perdido.

lunes, 6 de marzo de 2017

Encontrar al silencio en el mar.

Una realidad
se fue.
Una vida
marcó un
final.
Los giros
en el río
se lo llevó.
Cenizas
que ahora
recorren
aguas claras.
El hombre de verdad,
con caricias,
casi sin hablar
te llamaba.

viernes, 3 de marzo de 2017

Una trama de relatos

Eso del complot, minorías tramando el destino de los demás, parece tener cierto carácter mágico en el pensamiento de la gente, más allá de que sea un dato de nuestra realidad...

La concepción conspirativa de la historia tiene la estructura de un melodrama: una fuerza perversa, una maquinación oculta explica los acontecimientos. La política ocupa el lugar del destino. Y esto en la Argentina no es una metáfora: en los últimos años la política secreta del Estado decidía la vida privada de los otros. Otra vez la figura de la amenaza que se planifica desde un centro oculto (en este caso <<la inteligencia del Estado>>) y se le impone a la realidad. Es lo que sucedió con el golpe de 1976. Antes que nada se construyó una versión de la realidad, los militares aparecían en ese mito como un reaseguro médico de la sociedad. Empezó a circular la teoría del cuerpo extraño que había penetrado en el tejido social y que debía ser extirpado. Se anticipó públicaente lo que en secreto se le iba a hacer al cuerpo de las víctimas. Se decía todo, sin decir nada.

(Entrevista de Roberto Pablo Guareschi y Jorge Halperín, Clarín, 27 de mayo de 1984 en Ricardo Piglia, Crítica y Ficción)

Cuando Pase el Temblor, Comfort & Música para Volar, Soda Stereo Mtv Unplugged, 1996

domingo, 26 de febrero de 2017

Festival El Porvenir

Al día siguiente
fui al teatro.
"El problema de la vida".
No podía
sostenerme, digamos.
Mi Bono.
Al director
le comenté
que si la veía,
no se colgaba.
Todavía me enjuago
los ojos,
cuando lo veo
aunque no crean.
A mí el teatro
me hizo bien.
Hay cosas que no
se perdieron,
aunque lo veas
en blanco y negro.

viernes, 24 de febrero de 2017

Como una postal

En Boedo perdí mi corazón. Como una frase desafiante pero en parte, sí. Se rearmaron los crucigramas y se pusieron en obra. En piezas desarmadas para un puzzle.
Te habló alguien después del closet y seguro que lo charlarás con el hombre que calculaba. Se supone que es normal de cosas autorreferenciales.
Así les fue.
Téngalo con cuidado.

sábado, 18 de febrero de 2017

Cuestión de tiempo de Richard Coleman.

Mi psiquiatra me mostró sus cartas. Lo que fui, soy y seré. Un suicida que trató de resolver. No pudo al menos pero algo hizo. Sí. Otra cosa. Hoy.

viernes, 3 de febrero de 2017

Como cuando te escapás en medio de una función.

Todos se quejan de sus padres, pero sí se los extrañan en el fondo. Hubo palabras que te lo recuerdan, pese a los tonos de quién lo dijo. Sin tanto secreto. Encontrar la estructura, un ADN que te marcó. Nieblas.
Algunos se fueron a tocar con los Pet Shop Boys. Qué vamos a hacer. Ahora. Cada vez leo menos para dejarlo como ombligo. End. Días que pasarán.

sábado, 28 de enero de 2017

Gracias por volar conmigo

Es un libro que no terminé. Como muchos. No por falta de atención. Me pasaban otras cosas. Me cuestionaba cosas simples para sobrevivir.
Mi hemana tuvo una llave y la abrió en este viaje. Se fumó mi mal humor y falta de palabras. Me desafió con todas las montañas rusas en Orlando. Supo medir mi convivencia, aunque le temblara la voz frente a sus propias opiniones a la distancia.
I Will Survive de Gloria Gaynor en el Rock-It. Nunca nos salió. En muestras sumas de placer.

viernes, 13 de enero de 2017

Despues de todo

Siempre me relajé. Hace diez años cuando supe decirle a mi mamá que era gay con el tiempo me dijo que me lo tomé con soda. Siempre tiene esa mirada que fue una actuación. Todo lo que decía era una puesta en escena. Como un espectro de la duda.
Miro las calles y no me lo pregunto. Miradas, guiños, gestos y culos. Bultos. Pese al culto, los miro y parpadeo. Debe ser que me gustan los señores que se cuidan, a esta edad. Nunca un sentimiento. Cada uno tiene sus gustos. Mi hedonista.
Mi modelo fue Rockstar. Un diseñador que supo callarse entre las redes y compra ropa en ferias americanas. Las redes de bolsa de cebollas que usó para poner la ropa para lavar. Los que acomodan su vida como si fuese la última siempre me pudieron. Un Carpe Diem que nadie se los preguntó. Los Prodan, a esta altura de mi vida, les pido que se den una mínima ducha antes.
Traté de emular esos modelos. Usé sus ropas, lecturas y formas de afrontar las cosas a la hora de decidir. No salieron. Ensayé otras formas para querer ser. No estoy. Soy ahora.
No funcionó. Ni con pilas indicadas a la hora de decir. Soy Roberto Flores. Me salieron cuando se murió mi papá. En las pastas. ¡Ravioles para el guerrero! Debutó ante la muerte.

sábado, 7 de enero de 2017

The Jean Genie by David Bowie.

Algo pasó en Rosario. Sí, fue la primera vez que puse un cassete con los compilados de David Bowie. Mi sexualidad, de algún modo, estaba en un segundo plano y hacía lo que me dictaban. Mucho Rolling Stones para el conductor. Era lo que manejaba.
A David Bowie lo conocí por sus simples. Tiempos de CDs. Era raro para los tiempos que lo pusiese. Creí que nadie se lo bancaba cada vez que trataba de acomodar mis cintas cada vez que quería compartir mis gustos. Pero esa fue mi primera vez para compartir lo que me gustaba. Ante la incomodidad frente a la ruta. Algo escucharon tratando. Lo sacaron de la cassetera. No era música de un viaje. Alguno lo captó, pese a no congeniar con lo que no se pensaba.
Ninguno cogió en ese viaje.
Pero sonó en esos parlantes, por un rato.
Eramos tres en un mismo coche. Llenos de nafta.

viernes, 6 de enero de 2017

Satellite by Nine Inch Nails

Se me apagan los acordes. Quizá por falta de práctica y de una coordinación que se acartonó con las medicinas en mis manos. Una libertad pagada para no quedar en el hospicio. Hay un montón de locos en la calle y algunos comenzamos a camuflarnos con las corbatas. La mirada perdida se encuentra por otros lugares. Mi cuerpo no responde a la coreografía mental.
Ayudo en lo que puedo. Por los rumores que escucho ayudo a alguien que pasó por una situación similar hace unos años cuando no podía sostener los modificadores directos. Los inductores a mi vagancia que se tradujo en hoy me quedo en casa. El cuerpo se me llenó de hongos e hicieron raíces enfermas. Algunas palabras que no llegaba a comprender e hice con el tiempo un diccionario imaginario para traducir otro lenguaje. Encontrar el par en lo dispar.  Dejé cuadernos con tartamudeos mentales. Escribí lo mismo desde hace años para seguir con mi pensamiento desorganizado.
Puede ser que el trabajo me sirva como un antídoto. Antes de irme a dormir o al dilucidar entre sueños con el despertador mensajes fantasmales en los coros que grababa García. Encontrar las actividades que me pongan  en tierra. La convivencia con personajes creados desde la imaginación se me presentan. Como esas cadenas que se perseguía mi Xavier en prosa.
Necesito pasar a otra parte del círculo de quintas para no aburrirme. Con otra armadura.

miércoles, 4 de enero de 2017

OB-8 by Shit Robot

"Me tengo confianza.  Simplemente no debo seguir demorando el asunto  de enfrentar y trascender la angustia difusa y llegar al ocio; es todo tan simple como eso. Tan simple y tan doloroso. Amigo lector: no se te ocurra entretejer tu vida con tu literatura. O mejor sí; padecerás lo tuyo, pero darás algo de ti mismo, que es en definitivo lo único que importa. No me interesan los autores que crean laboriosamente sus novelones de cuatrocientas páginas, en base a fichas y una imaginación disciplinada; sólo trasmiten una información vacía, triste, deprimente. Y mentirosa, bajo ese disfraz de naturalismo. Como el famoso Flaubert. Puaj".

(Fragmento de Diario de la beca en La novela luminosa)