jueves, 3 de octubre de 2019

Las aventuras del gordo peterete XXXIV

Pasados
los caminos
de risperíos,
pasamos a las
olanzas.
La mudanza
forzada.
La toalla
llena de humo
para calentar
a las madres.
Las estrellas
fugaces
desde
mi domador
de reposeras
en el jardín.
Minotauro.
Quiso
volver
en un curso
del mellizo
Salas.
Y le salió cura.
Gustavo
te sacó
el foquito
adelante
de todos.

¿A quién
te comiste?
dijo Lorena
cuando
hice
al torero.
El sudor
impreso
en el piso.
El asistente
de Montecristo.
La persecuta
incluso
en la
ofichina.

El viaje
a Santa Grutas.
La banda
con besos
por celular.
El kioskero
de la esquina
azul que
todas las
tardes
te esperó.
Colorete, colorete.
Los debates
en larga
distancia
con un padre
y su hija
enfrente.
Amanecer
con los
culos de botellas
cortajeados
con los labios
violines.
Los libros
y revistas
que saqué
a pasear.
Último
contacto
con los equipos.

Esgunfiado
por un
polo corazón
que lo hizo
por el Pancho
& la Coca.

Gold by Prince

PD: Romance es una palabra que nunca usé. Aunque sí visité.