lunes, 10 de mayo de 2021

Home Office

 Pasó el tiempo, en una especie de purga mental que busqué y no se me cayó una idea. Quizás sí pero se fue colando por otras actividades en las redes sociales. Me voy olvidando sobre qué quería hablar. Leí textos de mis amigues alienígenas y encontré viejos pensamientos, bastante nihilista de la cosa. No es que ahora sea la vida y el canto, no. Un optimismo irónico se coló en medio de la pandemia.
Ante situaciones límite empezás a valorar algunas cosas que aprendiste en otros momentos hostiles. Y encontrar otra chispa adecuada. Prueba y error, algunas cosas funcionaron y las que pueden ser... me olvidé de hacerlas.
Muchas inspiraciones para escribir se transformaron a una frase que se soltó al aire como una piedra en Dirty Day. Alguien se hizo cargo. Como me pasaba con la pitonisa que fue un error tan grande que ahora debo convivir con todos esos fantasmas. La telepatía y el paty quemado recurrente. Lo esquizo ya me cansa, la verdad. Ocuparme de otras cosas para no estar pendiente de lo que puede comentar de forma elocuente los profesores de lo políticamente correcto. Me pesa la camiseta... Ya lo dije, sí. Medio difícil disculparme y disculparse de cagadas enormes que hice en estos años. Con Robin puedo cruzar palabras. El artificio era muy grande. Quizás no me daba cuenta que era un moroco topo. Gustos son gustos.

Who's Gonna Ride Your Wild Horses by U2

PD: Me causa gracia que ahora uso una frazada para trabajar frente a la computadora. Debe estar de moda.