lunes, 28 de septiembre de 2020

Para una muerte elegante

Anduve rastreando
libros que
quedaron
por recomendaciones
de otros
que nunca abrí.
Por ahí.

Psicomagia,
vampiros,
necios,
cuadernos,
barajas,
liquidaciones,
como pieles.
Por ahí.

Alguno
que otro
pudo
desempolvar
algún sentimiento
Por ahí.

¿Arrepentido?

Puede ser, sí
las intenciones
eran otras.
Cuando eran
otras.
Como cuando
hago mal
las cuentas.
El multisentido
arrastraba
progresismos.
Por ahí.

Se puede
salir de la órbita.
Como la cantidad
de veces
que trataste
de dormir.
Por ahí.

Perdí
la autonomía
ficcional
de las cosas.
Lo que
antes parecía
parodia
se volvió
todo, todo
paradójico.
Por ahí.

Cuando
empezó
esta guerra
loca
lo mentalizaba,
a los señores
de la radio,
creía
que se
veían
los hilos
de separación
de los otros.
Dejé de ver
pelis.
Me empecé
a encerrar
con mis cintas
absorbentes
como Nixon.
Por ahí.

En algún momento
me enfrenté a los
fantasmas.
Con otros
escapé.
No lo logré
como una
flor que se
ausenta.
Por ahí.

Qué ganas de pelear.
¿O no?

Creí ver una sombra
que me hablaba
a la espalda
ahí, en esa esquina.
No escuché
entre el ruido.
Donde
alguna
vez
esperé
a Gene Simmons
de noche.
Por ahí.

Los meses pasan
como años.
Los segundos
como días.
Los vampiros
salen a festejar.
¿Es por ahí?

Tranquilos,
no se vuelve
más

Creía
que escribiendo
los traería
de vuelta.

The Colour Of Love by The Smashing Pumpkins.

PD:  Ando enrollado entre las sumas de un pasado en donde nunca los asumí.