lunes, 27 de abril de 2020

Entre sueños intermitentes


I
Estábamos en zona de montañas y se habían caído todo nuestros equipajes en la nieve. Como si se hubiesen caido desde un avión. O explotó. Había una aerosilla que nos iba a sacar de ahí, casi a oscuras. Estuve buscando mis valijas, llegué a encontrar un buzo de Ferro y estaba buscando mi morral, que lo había logrado ubicar. En un momento me alcanzaron una revista Playboy de mi adolescencia y les dije que la dejaran.
II
En una búsqueda de un after por zona céntrica, elegí tomarme otro destino en la combinación del subte. Un viejo comprador de la empresa privada lo vi entre los pasillos del subterráneo. Mi jefe me dijo a dónde iba. Me vuelvo a casa, le dije. Me fui pensando en los secuenciadores que tiene Ezequiel Araujo para programar las baterías. Como un MC-500. Quizá si aprovecho de pasar por alguna casa de instrumentos musicales antes de llegar a casa ¿Cómo se puede programar un XR-20? Me fui apurando entre las viejas galerías del subterráneo. Alguien me reconoció del trabajo y gritaba mi nombre. Supuse creer tener auriculares y me fui escapando cada vez más por los adentros de ese pasillo. Un viejo coche La Brugeoise del subte A iba repleto en un costado del camino.

III
En el placer del entimema...Siempre te encuentro.