No leía, no era lo que pensaba que era, me llenaba la boca de cosas que no tenía. Todo lo que decía que era una mentira, que mis relatos eran una poronga. Que mi sexualidad estaba en una cueva en una doble vida. Que me han cagado, en otras palabras.
Preferí salir del clóset de forma definitiva. Cambié de ideas políticas o formas que hoy no estoy compartiendo con la gente que de alguna manera lo hacen para la hinchada que se hacen los antiburgueses y como yo nos vimos en Disney. Mi casa que no tengo, no me la compró mi papa. Eso. Porque los pagaste, ese es tu karma. No es que no quiera hacerme cargo sino es que eran parte de mi realidad.
De lo que vivía en la oscuridad y no le daba lugar.