viernes, 3 de agosto de 2018

Falling Down by Duran Duran

Cuando escucho esta canción me acuerdo de la última curda. Como si fuese un tango simbólico. Lo bueno es que tengo la capacidad de humor y ahora puedo reírme de esos tiempos que me los recuerda Un día Como Hoy de Facebook. Le pesa a los entornos que tuve. Lo sé porque se alejaron y no aparecieron más. Como un salvoconducto. Los problemas que tenía en esos tiempos. No eran tan serios. El borracho agresivo. Salió también mi predilección por la cerveza. También me pasa con la canción Lago en el cielo de Gustavo Cerati que salió en otro blog y con otra historieta. Y cómo perdí mi reputación y mi casa en un plan de rehabilitación.
Sé que hubo tiempos que empecé a darle al codo cuando habían problemas. Familiares, económicos y muertes. Nunca un festejo. Después vino el amor como si fuese una premisa salvadora del clóset. Lo llegué a registrar en estos últimos años con el Facebook. Antes no registraba. De poder darme cuenta de lo que pasaba. De aquel amor a las llamadas desesperadas en la medianoche.
Tomo alcohol desde los 18 años. Como Barney de Los Simpsons, previo a la universidad. Antes de las redes sociales y sin caer en paranoias. Antes me sacaban de universidades desmayado por tomar vino en damajuana. Como también tomarme mínimo dos vodkas con speed para estar con mi novio. Esas cosas cambiaron. No me hacen el más experimentado ni tampoco caer en el lugar paternalista de no lo hagas.
Ahora puedo ver transmisiones del escabio que tenía encima hasta hace siete años cuando vivía beodo, en Boedo con el copyright de Facebook y sin subtítulos. Me acuerdo y no es que ahora está todo bien con la situación social, bebida y aquí no ha pasado nada. Es una prueba hipócrita que me hago. Muestro una salud que no tengo. Como si todo lo que hago en mi vida está super controlado. No creo que lo haya resuelto. Es un trago que me arrincona. That´s the problem, Houston... A ver si hablás de más como una amenaza. ¿Se lo justifica? Todos mostramos una imagen limpia. El que no se note tanto. Como dijo una profesora: a copita de más en Internet ya no le creo más.
Siempre tengo como esa contradicción entre el que toma para olvidar. Yo todavía me acuerdo de algunas cosas. Creo que más de lo que me conviene. Cagadas tras cagada y te vas para el fondo. De un vaso. Y no creo que escribiendo esto me redima como a Pablo Ramos en Hasta que puedas quererte solo.
¿Y si esto me da lugar al patetismo? Obvio. Ya lo dijo Chuck Palahniuk en Usted está Aquí. Quizá puse demasiado el cuerpo a las situaciones, que a veces algunos no podemos llegar a hacernos cargo. A la mañana siguiente.