Un ritmo condicionado
nos traslada
de todos esos impropios
lazos de alquitrán
de una ciudad hostil
llenos de insatisfacción
a bocinazo limpio
Pasar por un cuartel
del purgatorio
envuelto entre los hielos
y vasos sanguinolentos
calientan
los dedos
Risa con ganas
de menearle
un poquito
y por qué no…
trasladarse en taxi
por la autopista
de un reservado