Abrir las ventanas después de dormir. Y tener las palabras adecuadas para despertar a los demás. El sonido del mar que nos calma por las noches a ocho cuadras de acá. El coche ronronea la mecánica y se despereza de la frescura del rocío marítimo como una escarcha de verano.
Los sanguches de salame, la gaseosa, y las manzanas para llevar. Las revistas del Hombre Araña
que compró papá frente al mercadito para leer en la parte de atrás del auto y nos calmará la espera durante el viaje.
Hacer las camas, preparar el bronceador y las revistas del espectáculo para leer en la playa. El termo está pinchado, así que vamos a tener que comprar otro en el polirrubro. Espero que los chicos se queden en el auto porque después me manguean chucherías que venden en el local.
¿Hoy vienen Pato, Fer y Karina?
Un día nuevo de De Trueno
PD: "A veces quiero mentir cuánto te extraño..."
