miércoles, 28 de agosto de 2019

Las aventuras del gordo peterete XXIV

Hubo pedidos
de disculpas.
Por mail,
y llamadas
perdidas.
Antes de
un amanecer
uruguayo.
Los gritos
de los amorosos
antes que llegue
el subte.
Craziness,
a jean bean
qué mess

Quizá
no fueron
por los medios
cada vez
más tibios.
Se insistió
hasta
por mensajes
privados.
Se enfrió
lo esquivo.
Propios
y ajenos.
Puede ser
que lo
etílico
salía
como
multisentido.
Hasta
que
la señora
se tiñó
de un
colorín
colorado.
Buscaba
un coche
y le aconsejé
antes que
me agarrara
el Hyde,
que pregunte
por
un tal Fabián.
¿Él  qué?
Se hace
el sordo
para
atrasar
el abandono
al mezcal.
Volvé
por favor.
Era
un caoba
para
las raíces
canas.
Apareció así.
Después
de la agresión.
Directa y sangrante
del amarillo
por tres.
Después
vino.
Salió Neptuno
de la cancha.
Lesionado
por la sal.
Como Alberto,
¿Viste?

Superpower by X Ambassadors

PD: ¿Por qué los niños disfrutan de la repetición?