miércoles, 27 de junio de 2018

O todo se volvió demasiado solemne.


"A veces me relajo y me digo, dejemos que disfruten de una vez. Que ganen este partido"
(CdeR, desquiciado, mientras se toma una raya de merca en el baño. Mundial 2018.)


Estoy escribiendo como el culo. No es que me justifique pero estoy teniendo menos lectores que los que estaba acostumbrado o todo se volvió demasiado solemne. "Un pibe del laburo dice las palabras más sexistas de toda la oficina con lenguaje ofensivo de género y nadie le dice nada. Porque es sexy e inteligente. Sexista igual" como idea argumental no es para un cuento, ¿O sí? Veo más SPAM y conexiones a sitios casuales. Debo estar un poco solo que voy armando con las siglas de los visitantes que los voy anotando en un cuaderno:

Ucrania: Usted conformó radio anarquista no intente aparecer.

Ese es un ejemplo. Puedo estar horas pasando letras con esa combinación de letras. Lo aprendí de John Nash, ponele. Lo armo con otros conceptos en países. Alguien se despidió de las medias mientras se me salían desde adentro de la cama en Venezuela. O puede ser un margen de error. La olanza me desdibujó bastante las elucubraciones nocturnas.
No estoy escribiendo tanto, tanto como antes. Esto ya lo escribí. "Siempre hace lo mismo": puede ser que esté un poco más ocupado en mi tiempo libre, con más ganas de pasarla mejor y la verdad, mirando el panorama sobre el puente, no soy el único que ha cambiado de gustos. De pasar de la tira a la liga por la mañana. Del choripan estoy pasando a la ensalada.

Rompeportone, (así es como ahora te suena el orto)