viernes, 9 de junio de 2017

En una gota cabe el universo.

Hay canciones que ponen todo en orden. Posición, ritmo y lo que vendrá. Sin contar. A veces me pongo en un universo paralelo que la duda me superó. Hoy estoy acá escuchando la canción. Hay emociones encontradas.
Lo que viví mientras tocaban la melodía. Dejé una influencia para estar, y sin embargo, los acordes se repiten una y otra vez. Nunca supe que había un cambio de tiempo en la canción. Hacía las cosas sin que me diese cuenta que había un cambio del tipo que me dijo que haga que toco cuando la quise tocar. Sin cuantizar. A veces ponemos un metrónomo que no nos dicta como el Finale. Sin diálogos para atestiguar.
Los dedos hicieron cosas de movimientos automáticos, que aunque no nos gusten, nos llevaron ahí. Entendí porque Joselo lo pusieron a cantar con un por qué. Como un puente. Cuando dejaste todo por un detalle.
Depende como me veas si lo viví. Como un Melvin Udall. Un detalle que no esperaba. Un vestido de bajo presupuesto con flores para Troy Dyer. Todo decía que sí para la película. No salió, no salió. El romance pasa por otros detalles que no planificabas como para tu target.  Para hacerlo en público.
La necesidad pasa por otro lado. Como todos los manchones que hago en cada cuaderno que quiero empezar.
Dejé mi taza entre los árboles.