viernes, 6 de enero de 2017

Satellite by Nine Inch Nails

Se me apagan los acordes. Quizá por falta de práctica y de una coordinación que se acartonó con las medicinas en mis manos. Una libertad pagada para no quedar en el hospicio. Hay un montón de locos en la calle y algunos comenzamos a camuflarnos con las corbatas. La mirada perdida se encuentra por otros lugares. Mi cuerpo no responde a la coreografía mental.
Ayudo en lo que puedo. Por los rumores que escucho ayudo a alguien que pasó por una situación similar hace unos años cuando no podía sostener los modificadores directos. Los inductores a mi vagancia que se tradujo en hoy me quedo en casa. El cuerpo se me llenó de hongos e hicieron raíces enfermas. Algunas palabras que no llegaba a comprender e hice con el tiempo un diccionario imaginario para traducir otro lenguaje. Encontrar el par en lo dispar.  Dejé cuadernos con tartamudeos mentales. Escribí lo mismo desde hace años para seguir con mi pensamiento desorganizado.
Puede ser que el trabajo me sirva como un antídoto. Antes de irme a dormir o al dilucidar entre sueños con el despertador mensajes fantasmales en los coros que grababa García. Encontrar las actividades que me pongan  en tierra. La convivencia con personajes creados desde la imaginación se me presentan. Como esas cadenas que se perseguía mi Xavier en prosa.
Necesito pasar a otra parte del círculo de quintas para no aburrirme. Con otra armadura.