viernes, 2 de diciembre de 2016

De mi arquitecto.

Le presté la guitarra a mi sobrino. La española de media caja. Está por hacer su primera muestra de música y tengo una conexión muy especial con él. Me supo contar sobre las melodías sin saber de lo que escuchaba.
Hace unos años en vacaciones, me puse a jugar con un pianito de plástico de mis sobrinos con algunas melodías y me puse a jugar a su lado. Toqué la canción y Benjamin me dijo:
- Está diciendo una mala palabra.
Toqué de vuelta la melodía.
- Dice pelotu...
En el momento le dije a mi hermano que este chico tiene oído. Mi sobrino no le gusta tocar, es medio vago. Desechó varias veces las actividades. Danzas irlandesas y hockey. Volvió por la música para deseperezarse.
Hoy, en el cumpleaños de mi hermano, con la guitarra que le presté se puso a practicar. Se puso a tocar Rezo por vos de Charly García y Luis Albeto Spinetta. La situación familiar siempre es incómoda. Espero que sea un atísbo de lo que puede llegar a ser. Con esos deditos nerviosos en un futuro. Tocar, disfrutarlo sin la obligación.
La canción que supo sacar sin saber qué es un instrumento hace muchos años se llama Crimen.