domingo, 24 de abril de 2016

Pasiones que nos mueven [Como tango]

Hay algo que aprendí y no se me borrará de mi cabeza. Algo que dijo Rudie Martínez. Él era un superstar en el Sonar de Europa. Y cuando volvió, ante el reconocimiento, se tomó un tren mugriento a su casa. Vía Temperley, con olor a pis de los Toshiba en los furgones.
Muchos artistas argentinos hacen lo mismo, pese a los reconocimientos.
Gustavo Cerati, con los sudores de un estadio River lleno, también se iba a ver un streaming a un bar para ver un show de Hot Chip.
Si me pusiese en el Pugliese de esta historia, la última vez que cursé una historia de teatro, fue con "El Último Fuego" y escuché muchas canciones buscando al protagonista.
Demian Salomon supo mejor su puesto. Sin diseños. Y escabio le mandé un video. Una versión de A Perfect Circle de Imagine. Ningún Smashing Pumpkins.
Y ahí nos quedamos. Frente a la computadora.
Hoy sale por la televisión y le comento a mi familia. Que vivía en Haedo, eso me acuerdo. Le quedaba lejos y venía, igual. Me agarra esa sensación del amigo de Mi novia  Polly. El actor egocéntrico que alardeaba y no le salió nada.