Un oasis
se alimenta
de aguas
subterráneas
en un desierto.
Como titular.
Una sirena
dejó su lágrima
marcada
en una laguna
medicinal.
Hubo detalles
que empezaron
a pasar de largo.
Unos bloques
que se hicieron
finales.
Exhalar,
sin inhalar.
Secarme de las ganas.
Molesta mi nube
sin aproximar.
Aunque tenga todo
el cablerío
puesto.
Todo embalado
y me arrepiento.
Fallé.
Caí.
Dejé de seguir
un mapa nocturno.
Como dicen:
El cuerpo empezó
a pesar
para liberarse
del alma sin fantasías.
No hay más
riesgo al fuego.
La negación,
ya es del desvariar.
Acostarme
sin los
quehaceres.