miércoles, 8 de octubre de 2014

Enfrente

Son meras casualidades o búsqueda de ellas para quien está en una situación cuando cruza la calle.
Suena la chicharra para los ciegos, se iluminan los semáforos. Cruzaste.
Alguien se olvidó sus cosas. No las recupera. Ninguna caja. O una entrada. Quizá una historia contada con varios litros encima de cerveza. Sin olvido ni perdón divino. Ahora se dedica a otra cosa. Como un desempleado que conocía hasta el último detalle de su trabajo. ¿Nunca te pasò una reunión de nostalgias por lo que pasó y lo que no sucedió? Comprarte esas zapatillas que ya nadie usa. Nada distinto. Es un vintage o no preservar el gusto en un lapso de tiempo más amplio. Las poesías se hicieron añicos con un delete completamente temeroso. Como perder de vista las fotos de tu infancia. Los olores de tu madre o los perfumes baratos de tu abuela. El jabón no te deja proseguir. Un aviso. Dos avisos. Buscate un trabajo porque ya nadie te banca.