domingo, 14 de septiembre de 2014

Cuando duerme la nube nueve

Me quedé leyendo,
escuché
eso que se decía
en un tiempo,
en un lapso lleno
de oportunidades
a la casualidad.
Es extraño.
No puedo definir
las cosas que hace
mi madre
porque no
se me salgan
esos platos voladores
de los pies.
Algunos te pierden,
otros prefieren
perderte antes
que encontrarte.
Todavía tengo
esa protección
profunda
que supera
una frazada
de un altiplano
que en invierno
se me secó.
Ahí empezamos
a deletrear.