miércoles, 23 de julio de 2014

Afuera de escena

Hace días que no sueño o que no recuerdo si tuve un sueño. Dicen que soñamos todo el tiempo con los ojos cerrados. Me pasa de imaginarme cosas en la calle, aún corriendo el peligro de ser atropellado, y me transporto a otras ciudades, incluso todavía desconocidas. Por fotos.
Ciudades miniaturas dentro de las mismas ciudades. Me imagino que mi barrio es una gran ciudad. Acá dicen que Buenos Aires es autónoma. No lo creo. Tenemos un collage, ciertos mosaicos culturales inimaginados. No es vergüenza. Hay barrios exclusivismos que los excluidos sociales no cruzan. Puerto Madero, aunque está la villa Rodrigo Bueno en la Reserva Ecológica. Del otro lado. Cruzás el cordón de la General Paz que limita la ciudad y está Villa Madero. Contradicciones del barrio al lado de Mataderos y un chiste para Micky Vainilla.
En este último tiempo me dediqué a caminar. Por los mismos lugares. Cada vez que paso no es igual. Son escaneos de distintas cámaras que registran un mismo edificio, publicidad, locales comerciales, mendigos e incluso personas en los medios de transporte. No son cosas, objetos, ni cuerpos. Empecé a tener humanidad hasta donde me da. Forcé ciertos elementos para llegar a un sentimiento. Cuando lo pensás mucho deja de serlo. ¿En serio? No se. En algún momento aluciné con todas esas maravillas que podía llegar a ver. Lo fugaz en el cielo me rayaba. Me medican para no zarparme de esos limbos.
Hay algo que me está pasando, y creo que desde hace muchos años, es que no los comparto. Y si lo hago, no es claro. Y me miran raro. La gente huye con razones lógicas. Es difícil cuando dejás de ser tomado en serio. Me es complicado cuando empiezo a simplificarme. Incluso cuando descartás o te descartan en una salida. Silencio. Más silencio. Muteados los bostezos del transeúnte con sus auriculares. Toda esa telarañas de sentidos que me atravesaron necesitaron un cauce hacia un lugar. Un viaje, libro, disco, medio de transporte, fiestas, personas que te hicieron feliz sin que quede en lo efímero de alguna vez. Pensamientos giratorios. Un mareo con las nubes rosas sobre la ciudad. Me despierto y no me acuerdo.
Que todo empiece de nuevo. En lo que suelo.