viernes, 10 de enero de 2014

Las grutas adornan

En el sillón...
no puedo dejar
de dibujar en el aire
lo que no hago en pasillos
Se llenan los espacios vacíos
de viejas idas y vueltas entre las palabras
en la comodidad de la marea con las horas de
café con soliloquios autocorregidos y tachados
Hablar con las paredes te dejan conforme con la miseria
de un gusto con la fuerza con la que se me borran las digitaciones,
en preguntas sin respuestas
Pensar muchos micrones
antes de accionar sin escribir
un empatecompartido
conlasalas
de distancia
a que nos falta
un no se qué
Perdidas
las garchas con pasión
sin pensar en un golfo
donde las aguas se van
sin que se lo pregunten
vuelven y calientan
arenas vítreas
¿de lo qué dio?
un dominio nunca asegurado